Zinedine Zidane decidió darles descanso a los jugadores que tuvieron mucha actividad en la fecha FIFA y una oportunidad a quienes no suelen sumar minutos con la camiseta blanca. Por eso, este domingo ante el Huesca, último de la tabla, en el Santiago Bernabéu estuvieron ausentes de jugadores como Raphael Varane, Luka Modric, Toni Kroos y Marco Asensio. El plan le salió bien al técnico porque el cotejo terminó con un triunfo por 3 a 2, pero teniendo en cuenta quien fue su contrincante, el juego dejó preocupado a la afición.
Una de las apuestas de Zidane fue la inclusión de su hijo, Luca, como titular. El joven arquero defendió los tres palos por la lesión muscular que padece Thibaut Courtois y por el descanso que se tomó Keylor Navas, quien hoy estuvo en el banco de los suplentes. Además, le dio rodaje a Marcelo, Bale y Nacho, aunque ninguno completó una buena actuación.
El duelo parecía ser sencillo de antemano, pero el conjunto visitante se encontró en la primera acción con el gol. Nacho se equivocó en una salida por izquierda, perdió el balón y le permitió a Cucho Hernández gritar el 1 a 0 con un remate fuerte en el área chica. A los 25 minutos, para respiro del local, Isco marcó el empate tras una buena jugada asociada por izquierda que terminó con un centro atrás y el festejo blanco.
En le complemente, el "Merengue" salió en búsqueda del triunfo y arriesgó, por momentos, por demás. Los avances del equipo de Zidane no eran demasiado claros sino que apenas podrían ser calificados como aproximaciones, mientras que los contragolpes del Huesca sí ocasionaron peligro en el arco defendido por Luca, hijo del entrenador francés. Pero finalmente, la insistencia dio resultado.
Un centro al segundo palo que Benzema, como casi toda la noche, bajó para uno de sus compañeros, terminó en los pies de Ceballos, quien se lanzó al suelo para alcanzar el esférico y empujarlo a gol. El 2 a 1 parecía sentenciar el duelo ya que el visitante no contaba con muchas armas para preocupar al arco rival. Sin embargo, llegó la sorpresa. Un tiro de esquina jugado corto y un centro fuerte al primer palo encontró la cabeza del central Etxeita, quien había picado al espacio, y el inesperado empate 2-2 en el marcador.
Cuando parecía que el partido se extinguía, apareció la figura de la noche. Benzema marcó un gol sensacional en el minuto 88, cuando con la cara interna del pie derecho desenfundó un disparo a colocar que se clavó en el segundo palo, imposible para el arquero del Huesca, espectador de lujo de una perla que le dio el triunfo al Real Madrid por 3 a 2.
En la próxima jornada, el Real Madrid visitará al Valencia, mientras que el Huesca, al borde del descenso, recibirá al Celta de Vigo, otro de los que se encuentra en la zona roja.