El técnico del Cardiff, Neil Warnock, se quedó de pie en la mitad del campo con las manos en la cadera y viendo en silencio hacia el árbitro y sus asistentes luego de que un error de los oficiales ayudó al Chelsea a remontar y ganar el domingo por 2-1 el duelo de la Liga Premier inglesa.
Cardiff se dirigía a una victoria clave en su lucha para evitar descender, gracias al tanto de Víctor Camarasa. Pero César Azpilicueta metió un cabezazo para conseguir el empate desde una posición de fuera de juego a los 84 minutos luego de que Marcos Alonso golpeó el tiro de esquina de Willian.
Warnock estaba furioso en el banquillo y enfureció aún más cuando Antonio Rudiger se salvó de una tarjeta roja por derribar a Kenneth Zohore, mientras el delantero se abría camino hacia la portería.
Rudiger sólo recibió una amarilla por parte del árbitro Craig Pawson, pero las cosas iban a empeorar para el Cardiff cuando Ruben Loftus-Cheek venció a Lee Peltier para tomar el pase de Willian y anotar en el tiempo de compensación.
En el silbatazo final, Warnock estaba molesto y confrontó al técnico del Chelsea Maurizio Sarri. El entrenador italiano había enfrentado cánticos de sus propios hinchas con frases como “Queremos fuera a Sarri” cuando el sexto sitio Chelsea iba perdiendo.
La victoria coloca al cuadro a un punto del cuarto lugar, el Manchester United.
Cardiff está a cinco puntos de la salvación con siete jornadas restantes y podría quedar fuera de la Liga Premier antes de que el videoarbitraje llegue en la próxima temporada.
“No hubo decisiones importantes para nosotros”, dijo Warnock. “Ellos (los árbitros) no se dan cuenta de lo que está en juego. He recibido patada tras patada esta temporada, así como los jugadores”.
“Es casi como si no se tratara de contra quién juegas, sino sobre quién es el árbitro y quién va a tener un banderín en la mano. Es igual de importante. Es la mejor liga del mundo con probablemente los peores árbitros que hay actualmente”.