Si había alivio y un entusiasmo palpable entre los fanáticos del Manchester United en torno al nombramiento de Ole Gunnar Solskjaer como técnico del equipo, podría haber desconcierto y quizás algo de escepticismo en el club que será el primer rival del noruego este fin de semana en la Liga Premier inglesa.
La última vez que se vio a Solskjaer cerca de un campo de fútbol británico fue hace poco más de cuatro años cuando fungía como técnico de Cardiff, un equipo que en ese entonces estaba en la segunda división de Inglaterra. Luego de una derrota en casa por 1-0 ante Middlesbrough, el equipo del noruego fue abucheado y dos días más tarde fue despedido.
Eso terminó un periodo caótico de nueves meses en Cardiff, donde Solskjaer ganó cinco de los 30 partidos en los que estuvo al mando. En ese tiempo, el equipo fue relegado de la Liga Premier y gastó millones de dólares en dos mercados de fichajes.
Ahora Cardiff y sus aficionados tendrán sentimientos encontrados cuando Solskjaer regrese a su estadio el sábado, pero ahora como el técnico del equipo de fútbol más prestigioso de Inglaterra.
Por supuesto, la contratación del noruego por parte del United es más una decisión simbólica _basada en sus logros como exdelantero del club y con la esperanza de que su estatus pueda unir a un vestidor que se encuentra fracturado luego del tumultuoso ciclo del técnico portugués José Mourinho_ que una recompensa por sus hazañas como entrenador desde que se retiró como jugador en 2007.
Sin embargo, Solskjaer ha tenido éxito en dos periodos en el cuadro noruego Molde, ocurridos entre la desafortunada temporada que dirigió al Cardiff.
Ganó títulos consecutivos de liga en sus primeras dos temporadas y luego la Copa de Noruega en su tercera. A su regresó en 2015, algo perjudicado por su experiencia en Cardiff, Molde encabezó un grupo de la Liga Europa en el que estaban el Ajax, Celtic y Fenerbahce durante su primera temporada y terminó en segundo lugar en la liga en las últimas dos temporadas.
Claramente, tuvo un mejor desempeño ahí que en Cardiff.
“Manchester United puede esperar un buen técnico que es positivo y tiene buena actitud”, dijo Oystein Neerland, director general del Molde. “Tiene una sonrisa en el vestidor, es bueno con los medios y tiene una mentalidad ofensiva”.
Los hinchas del Cardiff podrían estar de acuerdo con esos sentimientos. Ciertamente no hubo una escasez de goles en los juegos de la Liga Premier de Cardiff, aunque la mayoría fueron de los equipos rivales.
El Liverpool ganó 6-3 en la capital galesa, mientras que Cardiff perdió 4-0 contra el Sunderland y Hull, y 3-0 ante Swansea, Crystal Palace y Newcastle.
Solskjaer tendrá a su disposición a una clase de jugador diferente en el United, y una parte importante de su trabajo será generar algo de convicción y positividad que parecieron disiparse en las últimas semanas bajo el mando de Mourinho. El vicepresidente ejecutivo del United, Ed Woodward, dijo que el noruego necesita “unir” al vestidor.
Solskjaer dijo que gran parte de su filosofía como técnico viene de jugar bajo la dirección de Alex Ferguson, lo que explica su gusto por el fútbol ofensivo. Eso es algo que los fanáticos del United también quieren ver.
