Boca Juniors desembarcó en Madrid para la final de la Copa Libertadores que disputará el domingo ante River Plate, un muy esperado partido que tuvo que ser suspendido dos veces en Argentina debido a incidentes de violencia protagonizados por hinchas de su clásico rival.
Una veintena de simpatizantes de Boca acudieron a recibir al equipo al llegar a la capital española la noche del miércoles.
River tiene previsto arribar el jueves, tres días antes del partido que fue reprogramado y que decidirá el campeón del torneo continental.
Varios jugadores de Boca resultaron heridos cuando el autobús que los trasladaba fue agredido por hinchas de River el 24 de noviembre, previo al partido de vuelta en el estadio Monumental.
La Conmebol pospuso dos veces el partido en la cancha de River antes de tomar la decisión de trasladarlo al estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid por razones de seguridad.
Los equipos empataron 2-2 en la ida que se jugó en el estadio La Bombonera de Boca el 11 de noviembre.
Se espera que miles de aficionados viajen a Madrid desde Argentina. Las autoridades españoles han dispuesto medidas adicionales de seguridad para el partido, posiblemente más estrictas al dispositivo que acompaña al clásico español entre Real Madrid y Barcelona.
La Conmebol asignó 25.000 entradas para cada club, con 5.000 que se vendieron en Argentina, y el resto por medio del portal de la confederación.
Otros 22.000 boletos serán para patrocinadores y demás público. Algunas se venden por más 1.000 euros (1.135) en sitios de reventa por Internet.