River Plate se recuperó en dos ocasiones de la desventaja y consiguió el domingo un empate con sabor a triunfo, 2-2 como visitante ante Boca Juniors, en el encuentro de ida de la final de la Copa Libertadores.
Ramón Ábila, a los 34 minutos, y Darío Benedetto, a los 45, fueron los encargados de darle las ventajas fugaces al Xeneize durante el primer duelo de la inédita final entre los gigantes y clásicos rivales del fútbol argentino.
Lucas Pratto logró el gol con el que River alcanzó por primera vez, a los 36. Carlos Izquierdoz se convirtió en villano con un gol en su propio arco a los 61, que dejó el duelo empatado para la revancha, prevista para el sábado 24 de noviembre en el estadio Monumental de River.
El cotejo debía jugarse el sábado pero una lluvia torrencial obligó a la Conmebol a posponerlo para el domingo.
Se trata de la primera vez que los acérrimos rivales argentinos se miden en la final del máximo certamen de clubes en Sudamérica.
Boca aspira a ganar la séptima Libertadores de su historia y así igualar el récord de su compatriota Independiente, apodado “Rey de Copas”. River ha ganado tres.