Pese al cambio de técnico, Bayern Múnich y el resto de la Bundesliga ya se saben el final de la película.
Con el arranque de la liga alemana el viernes, el gigante bávaro apunta a extender a siete su marcha récord de siete títulos consecutivos en el torneo.
“Podemos decir con confianza que queremos ser los campeones de Alemania”, dijo Niko Kovac, el croata que llega procedente del Eintracht Frankfurt para reemplazar a Jupp Heynckes como entrenador del Bayern.
Nadie se atrevería a poner en entredicho la convicción de Kovac. Bayern conquistó el título con una ventaja de 21 puntos la pasada temporada y la impresión que no hay nadie que le haga sombra.
El drama en la Bundesliga parece centrarse en definir los escoltas de Bayern y la repartición de plazas a las copas europeas, amén del descenso.
Esta será la primera temporada en la que Hamburgo no tendrá que sufrir con el descenso, dado que finalmente se fue a la segunda división tras años de salvarse con lo justo.
Borussia Dortmund, Bayer Leverkusen, Borussia Moenchengladbach, Leipzig y Schalke son los cinco clubes que podrían exigir al Bayern.
El Dortmund estrena técnico, el experimentado Lucien Favre, y varios nuevos fichajes tras otro verano en el que remozó su plantel. Abdou Diallo llegó de Mainz para tapar el hueco dejado tras la salida de Sokratis Papastathopoulos a Arsenal, y el joven zaguero francés podría formar una buena sociedad con Manuel Akanji, quien disputará su primera temporada completa.
También se fichó a los volantes Thomas Delaney y Axel Witsel, procedentes de Werder Bremen y el club chino Tianjin Quanjian, respectivamente.
Nuremberg y Fortuna Duesseldorf regresan a la máxima categoría y asoman para pelear la salvación con Wolfsburgo, Freiburgo, Mainz, Hannover y Eintracht Frankfurt. Wolfsburgo esquivó el descenso las últimas dos temporadas tras disputar playoffs y vuelve a ser candidato a jugarse la supervivencia tras perder al volante Daniel Didavi, de vuelta con Stuttgart.