Sin la ayuda del VAR tendríamos clasificadas las mismas selecciones

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La aplicación del VAR en el Mundial de Rusia 2018 no ha influido tanto en los resultados como se podría pensar. De hecho, si suprimiéramos todos los goles que se han logrado con el uso de esta herramienta en la primera fase, se habrían clasificado las mismas 16 selecciones que disputarán los octavos de final a partir de este sábado. La única alteración que se hubiese producido será en el orden de clasificación de algunas selecciones. Nada más. Eso sí, este sistema ha permitido batir el récord de penaltis en un Mundial.

La aplicación de esta tecnología no va a eludir la polémica. Ha habido varias selecciones que se han quedado por el uso que se hace de ella. Brasil fue la primera en elevar una queja a la FIFA tras el encuentro ante Suiza. Posteriormente fue Serbia la que criticó duramente que el VAR no entrara a sancionar un claro penalti de Lichtsteiner sobre Mitrovic. El seleccionador balcánico lo llegó a comparar con el Tribunal de la Haya. El último en mostrar su indignación fue Amrabat después después de que el colegiado concediera el gol de Iago Aspas ante Marruecos. "El VAR es una mierda", se leyó en sus labios a la conclusión del partido.

 

El uso de la tecnología de vídeo en el arbitraje elevó al 99,3 por ciento el acierto en las decisiones de los jueces durante la primera fase del Mundial. Sin la utilización del VAR, el porcentaje de decisiones correctas se habría quedado en el 95 por ciento. Así lo ha reconocido Pierluigi Collina, jefe de la comisión de árbitros. "El sistema de asistencia de video no significa la perfección, puede seguir habiendo interpretaciones erróneas", admitió.

En los 48 partidos de grupo se recurrió al vídeo en 17 ocasiones, en 14 de las cuales se cambió la decisión inicial. En total hubo 335 jugadas controvertidas que revisaron los árbitros asistentes de vídeo, según señaló Collina. Pero la mayoría fueron lo que se llama revisiones silenciosas, sin que el árbitro sobre el campo tenga que preocuparse.