El héroe de Colombia es Yerry Mina, fue él que dio la clasificación con un golazo de cabeza en el minuto 75. Puso el balón en juego Quintero y remató como una bestia Mina, que saltó más que nadie y que mandó un misil con la cabeza a la portería de N'Diaye. Un golazo que gritó toda Colombia, teñido de amarillo para gritar que su selección estará otra vez entre las 16 mejores del mundo. Senegal rozó ese honor, pero se va entre lágrimas. Lo hace con la cabeza muy alta, demostrando que es la mejor africana ahora mismo y lamentando su fortuna en este Mundial. Empatada a puntos con Japón, se va por las tarjetas.
Hasta el gol de Mina, Colombia caminaba por la cuerda floja del Mundial. Estuvo 60 minutos fuera de Rusia y se metió momentáneamente como segunda a la hora del partido gracias al gol de Polonia en el otro partido del grupo. Con el cabezazo de Yerry se aseguraba la primera plaza del grupo y se colaba en el lado más frágil del cuadro, si bien es cierto que en octavos debe pasar el escollo del grupo H: Inglaterra o Bélgica.
James aguantaba sobre el césped buscando un milagro que era imposible que llegara. Golpeaba el césped con su maltrecha pierna derecha buscando buenas sensaciones, pero el paso de los minutos le pesaban cada vez más. Así que en el 29 se echó al suelo y casi también a llorar. Entró en lugar Muriel y Colombia, que no estaba cómoda sobre el césped, acusó todavía más el mazazo de perder a su estrella. En el tramo final del primer tiempo estuvo a merced de Senegal, que se asomaba al área de Ospina pero que no pegaba.
Sí que cortó la respiración a los 25.000 colombianos Sadio Mané, que cayó en el área cuando se disponía a rematar ante el meta colombiano. Sánchez rebañó el balón y el colegiado Milorad Mazic pitó penalti. Se hizo el silencio en el estadio, hasta que el árbitro recurrió al VAR. Entonces en la grada empezó la fiesta. Porque la revisión de las jugadas se ha convertido en la nueva salsa del fútbol. Le aporta justicia, emoción y la gente disfruta cuando el árbitro dibuja en el área el rectángulo. Efectivamente, el defensa de Colombia había tocado la pelota y el colegiado serbio se echó atrás en su decisión. Con 0-0 se llegó al descanso, con Senegal clasificada y con Colombia eliminada.
Así que el tanto tenía que llegar a balón parado y llegó. Con Yerri Mina de protagonista y sus casi dos metros de altura (1,95). El centro de Quintero desde el lado derecho fue perfecto y el cabezazo de Mina también. Inapelable. El gol le daba un buen colchón a Colombia para estar en los octavos, pero lejos de jugar con más calma, gestionó mal el final del encuentro. Volvió a perder el control y dejó que Senegal le diera un par de buenos sustos. Ospina, perfecto toda la tarde, solventó todo el trabajo sin problemas. Colombia, en su campo, ya solo solía a la contra, pero Falcao y Muriel se equivocaron al elegir en dos contragolpes que hubieran llevado sello de gol si los hubiera conducido de James, la gran preocupación de Colombia ahora mismo. Tras perderse el primer partido por molestias y tener que abandonar ayer el césped da la sensación de que la selección cafetera se la tendrá que jugar sin su estrella.