Hay veces en que el talento simplemente no basta. El domingo fue una de esas noches para Brasil.
Con orden, disciplina y un gol polémico, Suiza le arrancó un empate 1-1 a la selección brasileña durante la presentación de ambos conjuntos en el Mundial de Rusia 2018, un resultado que vuelve más pesada la losa que llevan sobre las espaldas los pentacampeones del orbe.
Philippe Coutinho adelantó a la Verdeamarela con un soberbio derechazo desde fuera del área a los 20 minutos. Sin embargo, Suiza jamás apretó el botón del pánico y obtuvo su recompensa a los 50, con el cabezazo de Fabian Schaer tras el cobro de un tiro de esquina.
En su primer partido oficial en tres meses, Neymar se mantuvo participativo y en constante comunicación con Marcelo por el costado izquierdo. Sin embargo, el astro del París Saint-Germain dejó escapar el potencial tanto de la ventaja al rematar al cuerpo del arquero Yann Sommer con un potente cabezazo a menos de 10 minutos del final.
La voluntad de Neymar fue puesta a prueba por el técnico Vladimir Petkovic, quien apostó por una línea de tres defensas permanentes y un solo delantero. El planteamiento le rindió frutos defensivos e incluso le valió oportunidades en ataque, especialmente con Xherdan Shaqiri por el costado derecho y con un incansable Haris Seferovic.
Brasil, el primer equipo en clasificarse al Mundial al finalizar invicto la eliminatoria sudamericana, habría sufrido las consecuencias de no contar con un Neymar a su máxima capacidad y la falta de precisión colectiva después de lanzarse al frente en los últimos minutos.
Suiza encontró espacios una vez que igualó el marcador por conducto de Schaer, quien remató sospechosamente solo dentro del área chica un tiro de esquina de Shaqiri. Las repeticiones de la televisión muestran un aparente empujón del suizo sobre la espalda de Miranda instantes antes de empatar el marcador.