Lionel Messi empezó su cuarto Mundial con un penal desperdiciado y Argentina debió conformarse el sábado con un magro empate 1-1 ante Islandia.
Messi malogró su cuarto penal con la casaca albiceleste a los 63 minutos: el arquero Hannes Halldorsson anticipó la dirección de su remate de zurda e impidió que Argentina tomara la ventaja. Fue justo el mismo día en que el astro del Barcelona igualó la marca de Diego Maradona de cuatro mundiales disputados.
El delantero Sergio Agüero había puesto en ventaja a los albicelestes a los 19 minutos cuando recibió en el centro del área un pase de Marcos Rojo, se sacó de encima al defensor Ragnar Sigurdsson y la clavó de zurda. Su primera anotación en una Copa del Mundo dejó al delantero del Manchester City con 30 conquistas con la selección.
La alegría argentina en el estadio Spartak de Moscú no duró demasiado. Apenas cuatro minutos después, el delantero Alfred Finnbogason logró la igualdad tras un rebote del debutante arquero Wilfredo Caballero. Fue el primer gol mundialista en la historia de Islandia, el país más pequeño en población que participa en el torneo.
"Esto recién empieza, tenemos que tener la fortaleza para afrontar el próximo partido", afirmó el técnico de Argentina Jorge Sampaoli.
Argentina e Islandia integran el Grupo D, en el cual jugaban más tarde Croacia y Nigeria.
No fue una derrota, pero se vivió como tal ante el rival que se suponía más débil de la zona.
Todos los interrogantes que se plantearon en la previa sobre la preparación y la elección de algunos jugadores para el debut quedaron evidentes en la cancha. Argentina fue previsible, con superposición de roles y falto de sincronía. Y sobre todo vulnerable en defensa, especialmente por la espalda de Eduardo Salvio, un volante ofensivo devenido a lateral.
Caballero, el veterano arquero suplente del Chelsea, tampoco respaldó la decisión de Sampaoli de darle la titularidad tras la baja por lesión de Sergio Romero, dueño del arco en los dos últimos mundiales.
Y no resultó la sociedad en el mediocentro entre el veterano Javier Mascherano, quien al igual que Messi igualó la marca de mundiales de Maradona, y Lucas Biglia, la misma que tanto resultado había dado en el último mundial de Brasil. Biglia pagó la inactividad a causa de una lesión en las vértebras que sufrió jugando para el Milan antes del final de temporada. Fue reemplazado por Ever Banega al comienzo del complemento.
Para ahondar una tarde frustrante, su baluarte Messi no supo concretar un penal que hubiera embolsado tres puntos.
Sampaoli defendió el desempeño de Messi frente a un adversario rocoso.
“Islandia jugó casi todo el partido dentro de su campo”, apuntó Sampaoli, confiado que Argentina tiene margen de mejora. “Me deja tranquilo el saber que el compromiso de Leo (por Messi) está intacto”.
“Tenemos que encontrar más variantes para generar incomodidad en la defensa rival", agregó
Islandia, un país con una población de 335.000 habitantes, hizo de la espera en su campo una virtud. No le importó ceder la posesión de la pelota, porque al fin de cuentas sabía que Argentina no sacaría provecho, salvo que alguna de sus figuras se saliera de libreto.
“Siempre el primer partido es difícil. Ahora hay que pensar en el próximo encuentro", dijo Agüero.