Son horas claves para la carrera del futbolista peruano Paolo Guerrero, capitán de la selección peruana. El atacante y sus abogados declaran este jueves ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) para poner fin a la suspensión de seis meses por dopaje impuesta por la FIFA pero se enfrentan a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que busca aumentar la pena.
El jugador del Flamengo brasileño llegó a la sede del TAS en la ciudad suiza de Lausana, en el oeste del país, pero no quiso hacer declaraciones a los medios de comunicación apostados en el exterior. Recibió el apoyo de una veintena de aficionados peruanos se congregó ante el TAS con banderas, camisetas, bufandas y gorros en los colores de su país, y gritó "Paolo es inocente".
El delantero de 34 años confía en que será absuelto por los tres árbitros y podrá jugar al fútbol nuevamente antes de la Copa del Mundo que se disputa en Rusia a partir del 14 de junio. Sus fanáticos quieren que Guerrero pueda jugar ya este fin de semana con su club para llegar en su mejor nivel al 16 de junio, día en que Perú debuta ante Dinamarca en el Mundial.
Pero ante tendrá que someterse al análisis del TAS, que evaluará si el futbolista fue diligente o culpable por haber ingerido un té de coca. Será una visita de varias horas, donde todo quedará en manos de los abogados del jugador, entre ellos el español Juan de Dios Crespo, quien hace un año consiguió que se levantara una sanción de cuatro partidos al crack argentino Lionel Messi.
A lo largo de la jornada expondrán sus argumentos jurídicos los abogados del jugador, los representantes de la FIFA y la Agencia Mundial Antidopaje, que pide una nueva sanción de entre uno o dos años que lo dejaría fuera del Mundial. Se escuchará a los testigos y al propio futbolista, que relatará su visión del caso. La defensa de Guerrero pedirá en la sesión que el TAS comunique inmediatamente el resultado final del caso, aunque sabe que la notificación formal fundamentada tardará unos días en llegar.
