Lionel Messi finalmente consiguió una de las pocas cosas que le faltaban por lograr en una cancha de fútbol.
En su noveno intento, el cinco veces ganador al premio de Jugador del Año finalmente anotó contra el Chelsea con lo que ayudó al Barcelona a rescatar un empate 1-1 y frenó en 730 minutos su sequía más larga contra cualquier equipo rival.
Al igualar la pizarra después de que el brasileño Willian abriera el marcador, Messi también le dio al Barcelona una ligera ventaja de cara al duelo de vuelta por los octavos de final de la Liga de Campeones a disputarse el 14 de marzo en el Camp Nou. El otro duelo de la jornada tuvo un resultado mucho más contundente, una goleada del Bayern Munich 5-0 sobre el Besiktas gracias a los dobletes de Thomas Mueller y Robert Lewandowski.
El encuentro fue mucho más apretado en Stamford Bridge, en donde el Chelsea utilizó a Eden Hazard como un falso nueve y contuvo la incesante presión del Barcelona antes de pagar el precio por una rara desconcentración a los 75 minutos.
Andreas Christensen se equivocó en la salida en su propia área y el Barcelona capitalizó. Andrés Iniesta le ganó el balón a César Azpiliceta, evitó la barrida del defensor y habilitó a un solitario Messi, quien encontró el fondo de las redes. Con eso el Barcelona evitó su segunda derrota en todas las competencias desde agosto pasado.
“En el segundo tiempo nos estaba faltando el generar ocasiones más claras, pero hemos insistido y hemos conseguido un gol”, dijo el técnico del Barcelona, Ernesto Valverde. “Es un buen marcador el que nos llevamos”.
Sin embargo, el Barcelona otorgó espacio a Willian para impactar el poste en dos ocasiones en la primera mitad. La tercera fue la vencida para el brasileño a los 62 minutos, quien es titular intermitente en el equipo pero que le otorgó al Chelsea las llegadas de mayor peligro ante el cuadro español.
El brasileño llegó sin marca a los límites del área y recibió un pase de Eden Hazard, se desprendió del intento de barrida de Sergio Busquets y disparó rasante cerca del poste.
“Le otorgamos mucho espacio a Willian”, reconoció Valverde. “El pase es perfecto y también el control. Nuestro portero, además, estaba tapado. Los grandes jugadores son así”.
“Nos mantuvimos compactos, teníamos un plan”, dijo el autor del gol del Chelsea, “e hicimos exactamente lo que esperábamos”.
Aunque Valverde lo describió como “un choque de estilos diferentes”, no fue un duelo entre conjuntos en momentos similares.
El Barcelona goza de una ventaja de siete puntos en la cima de la liga española, mientras que el Chelsea lucha por garantizar uno de los cuatro boletos para la próxima Liga de Campeones que otorga la Premier. Recientes derrotas contra el Bournemouth y el Watford colocaron al Chelsea con apenas un punto de ventaja en la cuarta posición, y sin posibilidades de defender su campeonato ante la distancia de 19 unidades respecto al líder Manchester City.
Ahora el Chelsea, que obtuvo su único título europeo en 2012, debe encontrar la manera de marcar al menos un gol en Barcelona el mes próximo para alcanzar los cuartos de final por primera ocasión desde 2014.
“Debemos salir y atacar y anotar, porque defenderse 90 minutos en el Camp Nou es una eternidad”, dijo el mediocampista del Chelsea, Cesc Fábregas. “Es una misión suicida”.