La Federación Italiana de Fútbol inhabilitó por un año al presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, el lunes por su papel en la venta de boletos a aficionados "ultras" que alentó la reventa.
El tribunal también impuso al club una multa de 300.000 euros (350.000 dólares).
La suspensión se impone menos de tres semanas después que Agnelli fuera elegido para presidir la Asociación Europea de Clubes de 220 miembros.
"Luego de tomar nota sobre la decisión de hoy del Tribunal Nacional del FIGC (la Federación), la Juventus anuncia que apelará ante la Corte de Apelaciones de la FIGC en la plena convicción de sus propios argumentos, que no han sido reconocidos adecuadamente", respondió el club de la Serie A en un comunicado.
“El club expresó su propia satisfacción porque la sentencia de hoy, pese a que generó fuertes suspensiones al presidente y las otras personas implicadas, ha "excluido, tras una profunda evaluación del material probatorio" (página 11 de la sentencia) todos los presuntos vínculos con representantes del crimen organizado".
El fiscal de la Federación, Giuseppe Pecoraro, señaló que apelaría en busca de una sentencia más dura. Pecoraro solicitó una suspensión de dos años y medio, una multa y una orden que obligue a la Juventus a sostener dos partidos a puerta cerrada.
"Me siento parcialmente satisfecho porque logramos comprobar la culpabilidad de todos pero los hechos son tan graves que yo creo que deberían haber recibido un castigo mayor", declaró Pecoraro a la agencia de noticias italiana Ansa. "El juicio de otro tribunal sería útil, tomando en cuenta que los recursos procedentes de la reventa de boletos fue a dar a una organización criminal, y eso es muy serio".
Agnelli presuntamente autorizó la venta de pases de temporada y otros boletos. Él ha reconocido que se reunió con Rocco Dominello, un fanático "ultra" ligado a la mafia 'ndrangheta de Calabria que desde entonces fue sentenciado a casi ocho años de prisión por la reventa.
Pero Agnelli dijo que sus encuentros se dieron en compañía de un gran número de aficionados en celebraciones y que el club nunca tuvo la intención de participar en actividades ilegales.
El director de seguridad de la Juventus, Alessandro D'Angelo, fue inhabilitado por 15 meses, y el director de boletaje, Stefano Merulla, y el ex director de mercadotecnia, Francesco Calvo, también recibieron suspensiones de un año.
Los cuatro también recibieron multas de 20.000 euros (24.000 dólares) por violar las normas de integridad deportiva y por relaciones ilícitas con los aficionados.