Un Barcelona aun en construcción recuperó parte de su autoestima con una fácil victoria (2-0) ante el Betis, que pudo llevarse una goleada mucho mayor, si Adán y los postes no se hubieran interpuesto en el camino de un gran Leo Messi.
Tras la pobre imagen ofrecida en la Supercopa de España, los de Ernesto Valverde le debían un buen partido al Camp Nou. También a la golpeada ciudad de Barcelona y a esos 56.000 valientes que se acercaron al estadio para gritar "no tinc por" (no tengo miedo), tras los atentados terroristas del jueves pasado.
Y en medio de esa atmósfera cargada de emotividad, de un escenario envuelto en un ambiente irremediablemente extraño, saltó el Barcelona al terreno de juego, dispuesto a buscar el partido desde el primer minuto, presionando mas arriba que nunca, ahogando a un Betis incapaz de cruzar al campo rival con el balón controlado.
Deulofeu tuvo la primera, pero remató desviado un asistencia de Sergi Roberto nada más empezar. Para Messi serían las cuatro siguientes: dos lanzamientos de falta -uno pegó en el poste y el otro salió rozando el larguero- y dos disparos desde el balcón del área que no encontraron la portería de Adán.
Hasta que, pasada la media hora, un combinación entre el astro argentino y Deulofeu acababa con una asistencia desde la derecha del canterano a Messi que acabaría al fondo de la red.
Sin embargo, el balón no lo llegaría a tocar el crack de Rosario, sino el bético Tosca, en su intento desesperado de evitar el remate a gol del rival.
Por aquel entonces, el Betis ya había empezado a desperezarse un poco y a superar la presión local en alguna tímida contra. El conjunto sevillano estuvo a punto de empatar en la jugada siguiente.
Sergio León se plantaba solo ante Ter Stegen y, cuando empezaba a armar la pierna derecha para batir al portero local, Mascherano le rebañaba el balón desde atrás, en la jugada más clara de los andaluces en todo el choque.
La réplica del Barça llegó segundos después: otra cabalgada de Deulofeu por la derecha que culminaba Sergi Roberto para fusilar a placer a Adán y colocar el 2-0 en el marcador.
Sintió que tenía ya el partido resuelto y el Barcelona salió con una marcha menos en la segunda mitad. Entró el encuentro en una fase de anodina hasta que el genio de Messi apareció de nuevo, al cuarto de hora de la reanudación, con un disparo al poste y otra tiro de falta que no encontró la portería por muy poco.
Del Betis, no hubo noticias hasta que un error de Sergi Roberto dejó solo a Nahuel ante Semedo, pero el centrocampista hispano-argentino prefirió probar de lejos, antes de encarar al azulgrana, y el balón se marchó muy desviado.
Volvió Messi a la carga para rescatar el partido del letargo, con otro tiro al palo, un remate que le sacó Adán y un cabezazo que se marchó fuera.
En medio del claro dominio azulgrana, apareció Joaquín, para poner por primera vez en jaque a la defensa local en la recta final, pero su jugada acabó con un tiro defectuoso de Fabián.