Una actuación sensacional de Dani Alves dio la Supercopa de Francia al París Saint Germain, que ganó 1-2 al Mónaco y logró su quinto título consecutivo con un gol y una asistencia del jugador brasileño.
Alves ha sido uno de los fichajes del conjunto francés de este verano y el París Saint Germain ya está rentabilizando la compra de un hombre incansable que sigue rindiendo a gran nivel pese al paso de los años.
El choque enfrentó a los dos grandes dominadores del fútbol galo. La temporada pasada, el título se lo llevó el París Saint Germain después de ganar al Olympique de Lyon. Fue la primera celebración de Unai Emery desde que llegó al club. Después llegarían algunas decepciones, sobre todo en Liga de Campeones y en Liga, competición que se llevó su rival de esta noche.
El trono del fútbol francés, por la categoría del título en posesión, lo tiene el Mónaco. El curso anterior ganó la Ligue 1, que tiene más empaque que la Supercopa de Francia, la Copa de la Liga y la Copa de Francia.
Esos fueron los trofeos que se llevó Emery en su estreno en Francia. Ganó tres menores. Una de las finales se las quitó al Mónaco (Copa de la Liga) y la tercera, la Copa de Francia, al Angers (1-0). El París Saint Germain, con el recuerdo de esa final ganada a su rival 4-1, tenía la victoria moral antes de comenzar el choque.
Sobre el césped, muchos de los protagonistas del mercado veraniego se vieron las caras. Desde el inicio salió Marco Verratti, pretendido por el Barcelona. También Kyliam Mbappé. Casi todos los ojos estuvieron puestos sobre el que podría ser el fichaje más caro de la historia si finalmente se lanza el Real Madrid.
Pero ninguno de los dos fue protagonista. Tal vez en la primera parte, en la que ambos estuvieron más activos, aunque sin brillo. El verdadero protagonista del duelo fue Dani Alves, que vive una segunda juventud y a sus 34 años parece un chaval. Es incansable y mantiene su calidad intacta.
Emery le colocó de extremo derecho y durante la segunda parte se convirtió en un incordio para el Mónaco, que acabó el primer acto por delante en el marcador con el gol de Djibril Sidibé tras un gran pase del belga Tielemans.
La victoria momentánea del Mónaco espoleó a Dani Alves, que tras el paso por los vestuarios se echó al París Saint Germain a la espalda y prácticamente él solo remontó el encuentro para dar el título al equipo de Unai Emery.
Primero, con un lanzamiento de falta magistral que dejó de piedra al portero croata Danijel Subasic. Y, poco después, en el minuto 64, con un centro perfecto desde la línea de fondo que remató de cabeza Adrien Rabiot.
El 1-2 cerró un choque que murió con alguna oportunidad del Mónaco que no llegó a buen puerto. El día en el que Verratti quiso reivindicarse, en el que Mbappé estaba en el medio de todos los focos y en el que Ángel Di María vio la final desde la grada, fue Dani Alves quien se erigió como el gran protagonista de una Supercopa que ganó el París Saint Germain gracias al brasileño.