En busca de su primera final en la Copa de Oro desde 2002, Costa Rica tendrá en su impenetrable defensa el recurso para enfrentar al equipo más goleador del torneo.
Los ticos, que sólo han encajado un gol en cuatro partidos, se miden el sábado al anfitrión Estados Unidos, que ha marcado nueve.
Costa Rica venció 4-0 a los norteamericanos en noviembre durante las eliminatorias mundialistas de la CONCACAF, un resultado que precipitó una semana después el despido del entrenador Juergen Klinsmann.
Bruce Arena asumió las riendas y aún no conoce la derrota en su segundo ciclo como técnico del seleccionado estadounidense.
El técnico de Costa Rica, Óscar Ramírez, mencionó el viernes que la llegada de Arena reanimó a Estados Unidos.
“Parecían que tenían problemas con Klinsmann, que estaban tensos. Ahora se nota que están más relajados en la cancha”, afirmó Ramírez.
La ilusión de los ticos es tener una nueva oportunidad para conquistar por primera vez el máximo título regional. Sucumbieron 2-0 ante Estados Unidos en la final de 2002.
“Queremos esa recompensa, tener esa felicidad y a eso vamos”, subrayó Ramírez. “Hemos venido de menos a más y hemos terminado muy bien los segundos tiempos de los partidos. Eso nos da un plus, permitiéndonos cerrar de buena manera los partidos”.
El duelo será el primero tras la debacle en San José.
“Eso quedó en el olvido para mí”, afirmó el zaguero estadounidense Omar González, titular en ese duelo en noviembre. “Nunca me pongo a pensar en lo que pasó en ese partido. Para mí, (el del sábado) es otro partido cualquiera”.
El victorioso de la semifinal de Arlington se las verá con el ganador del choque entre México y Jamaica, que se llevará a cabo el domingo en Pasadena, California. La final se disputará el miércoles en Santa Clara, California.
Ticos y estadounidenses podrán estar enfocados en su compromiso en el estadio AT&T, pero deberán tener presente que protagonizarán otro partido igual de trascendental el 1 de septiembre. Será cuando Costa Rica devolverá la visita a los estadounidenses en la Red Bull Arena de Nueva Jersey por el hexagonal final de las eliminatorias.
Cualquier resultado adverso podría colocar a Estados Unidos en una situación comprometedora en el tramo final de las eliminatorias.
Arena no supo qué responder cuando el viernes le preguntaron si disputar partidos en un lapso tan corto de seis semanas es algo favorable o no.
“Lo más probable es que serán equipos distintos en septiembre”, apuntó. “Costa Rica nos ganó con autoridad la última vez que nos enfrentamos, así que necesitaremos estar bien preparados para jugar muy bien”.