Tras años de postergaciones, Lionel Messi y Antonella Roccuzzo, su novia de toda la vida, se casaron el viernes por la noche en Rosario, la ciudad argentina natal de ambos.
Sobre las 8:15 de la noche hora local, cumplieron con la ceremonia civil dentro del hotel Pullman en el City Center y quedaron formalmente unidos en matrimonio _una unión que ya tiene dos hijos: Thiago y Mateo.
El enlace reunió a la mayoría de los amigos del astro del FC Barcelona como Xavi Hernández, Luis Suárez, Carles Puyol y Samuel Eto’o.
El casamiento generó una gran expectativa, aunque desde la familia decidieron preservar la intimidad. Sólo se permitió el acceso a un grupo de prensa a una alfombra roja donde posaron, además de los tres mencionados, Cesc Fábregas, Ezequiel Lavezzi, Sergio Agüero, Jordi Alba, Sergio Busquets, Maxi Rodríguez, Sergio Romero, el ex tenista Guillermo Coria y el actor argentino Nico Vázquez. El delantero brasileño Neymar no salió a saludar a la prensa, como tampoco lo hizo el defensor Gerard Piqué y su pareja, la cantante colombiana Shakira.
Se espera una velada larga aunque totalmente vedada a la prensa. Sólo me permitió la entrada de un fotógrafo y de un camarógrafo que debieron firmar un contrato de estricta confidencialidad con la pareja.
La expectativa del público en general por ver al ídolo máximo del deporte argentino actual fue grande. No obstante, hubo fuertes medidas de seguridad para impedir que nadie que ni haya sido invitado pudiera permanecer en el área asignada especialmente para la boda.
El hotel Pullman fue cerrado especialmente para la ocasión para asegurar la privacidad del evento íntimo del futbolista argentino y su esposa. Alrededor de 260 invitados asistieron a la cena que contó con platillos argentinos como mollejas, carnes ahumadas y chorizos.
La sede del casamiento, convertida en fortaleza por las estrictas medidas de seguridad, se ubica cerca del barrio pobre 17 de Agosto, donde comenzaron a reunirse desde temprano los curiosos, muchos de los cuales llevaban sus teléfonos celulares con el sueño de captar a la distancia alguna imagen del propio futbolista o de sus famosos invitados.
La boda en la ciudad argentina de Rosario ofreció en su antesala escenas que permitieron recordar los orígenes del futbolista, surgido de una familia de clase media-baja en esta ciudad y transformado en celebridad por su enorme talento con el balón.
“Nos parece muy bueno que Messi venga a casarse a Rosario. Que vuelva a la ciudad de él”, dijo Julio Sosa, un joven de 28 años que limpia vidrios de autos en la esquina del complejo City Center.
El futbolista de 30 años y su compañera, de 29, vivieron en otra zona de la ciudad, en el barrio sureño de Las Heras, al que acudieron también periodistas durante la jornada y donde muchos lugareños tenían para compartir alguna historia relacionada con el 10 del Barcelona y de la selección argentina.
La casa natal de “Leo” en el barrio permanece cerrada. La otra gran atracción de la cuadra es el mural hecho por el artista Lisandro Urteaga, de 46 años, en un descampado a metros de la vivienda que todavía pertenece a los Messi.
“Fue una idea de los pibes y de la gente de acá del barrio”, dice Urteaga en referencia a la imagen.
Los habitantes esperaban que el mismo Messi acudiera al sitio para ver el lugar. Sin embargo, no se le había visto en Las Heras.
“Lo entiendo… Tengo fe que en algún momento pueda verlo”, dijo Urteaga.
A pocas cuadras hay otro mural de Messi con los colores de la selección argentina. Se ubica en el camino al club Grandoli, el primero que defendió el futbolista de muy pequeño, hasta que pasó a las divisiones inferiores de Newell's Old Boys.
Carlos Vílchez, de 37 años, es empleado de una empresa ubicada en esa esquina. Afirma que es amigo de Rodrigo Messi, hermano del astro, al haber jugado con él en Grandoli. Cuenta que el propio “Leo” le envió un video con saludos por el cumpleaños de su hija.
“Era muy chiquito cuando empezó a jugar”, afirma Vílchez. “Es un pibe muy humilde, la familia también”.
Roccuzzo es la prima de un amigo de Messi y los dos pasaban mucho tiempo juntos desde la niñez. Se mantuvieron en contacto cuando Messi se fue a España de adolescente y a fines de la década del 2000 iniciaron una relación romántica, supuestamente cuando Messi regresó a Argentina tras la muerte de un estrecho amigo de Roccuzzo en un accidente de tráfico.
Roccuzzo finalmente se instaló en Barcelona con él. Los innumerables compromisos deportivos de Messi derivaron en que el casamiento se fuera postergando hasta que finalmente fue posible organizarlo.
La pareja ha pedido que solo les regalen donaciones para la fundación benéfica que lleva el nombre del futbolista.