Alemania cautivó hoy con su juego en la primera parte, pero sufrió para derrotar a Australia (3-2) en su debut en la Copa Confederaciones al desaprovechar numerosas ocasiones de gol.
Con esta victoria, los campeones mundiales, que dieron todo un recital en los primeros 45 minutos, dilucidarán el primer puesto del grupo B el próximo jueves en Kazán ante Chile.
Alemania es para todos una incógnita debido a las ausencias de casi todas sus estrellas -Neuer, Hummels, Kroos, Khedira o Müller-, pero no para su técnico, Joachim Löw, quien quiere preparar el asalto al Mundial de Rusia con sangre nueva en las venas.
Tras renunciar en 1997 y 2003 a este torneo por falta de interés, ahora los alemanes han cedido con placer la vitola de favoritos a chilenos y portugueses.
Como sustituto del indiscutible Neuer, el técnico Joachim Löw optó en la portería por Bernd Leno, en vez del guardameta del Barcelona, Ter Stegen, pero el portero del Bayer Leverkusen estuvo muy fallón.
Con todo, la intriga duró poco, ya que a los cinco minutos Stindl (Borussia Mönchengladbach), el segundo jugador más veterano del equipo, marcó el primer gol del partido tras una buena internada por la derecha de Brandt.
A partir del primer minuto los australianos persiguieron sombras y apenas consiguieron cruzar el centro del campo en jugadas elaboradas en toda la primera parte para desesperación de su técnico, Ange Postecoglou.
El novato de 29 años, Wagner, tuvo dos buenas ocasiones de marcar el segundo gol, la primera en un remate en plancha y otra con un disparo con la zurda, pero en ambos casos el balón salió rozando el poste.
Brandt, el jugador más activo de la primera media hora, también pudo marcar en una buena jugada por la banda derecha, pero su disparo, tras recortar a su marcador, fue despejado brillantemente por el portero Ryan.
Australia, que disputa por cuarta vez en su historia la Copa Confederaciones, competición en la que fue finalista en 1997, tuvo que esperar más de media hora para inquietar a Leno.
Fue Sainsbury quien tuvo en su cabeza una magnífica ocasión para empatar el partido a la salida de una falta, pero su remate franco sin oposición salió fuera.
Los alemanes perdonaron tanto, que los "canguros" acabaron por empatar el partido en una jugada afortunada y que estuvo precedida por una pérdida de Draxler, capitán alemán a sus 23 años.
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Rogic recogió el balón en tres cuartos, disparó muy desviado, pero el esférico rebotó en la espalda de Mustafi y volvió al delantero australiano, quien con un disparo raso con la zurda batió a un sorprendido portero alemán (min.41).
Pero la máquina alemana ni se inmutó, ya que, sin tiempo para celebrar el empate, la defensa australiana derribó flagrantemente dentro del área a Goretzka, pena máxima que no necesitó ayuda del VAR y que fue aprovechada por Draxler (min.43).
Al comienzo de la segunda parte los alemanes salieron con la clara idea de darle la puntilla a los australianos, pero según avanzaban los minutos perdieron claridad en los últimos metros.
Así, Goretzka se internó con imparable zancada por la derecha y tras un recibir un pase medido de Kimmich batió a Ryan con un fuerte disparo con la derecha (min.48).
La banda derecha seguía siendo una autopista para los teutones, mientras el equipo rival no podía seguir el ritmo marcado por los europeos.
En otra jugada aislada y embarullada Juric volvió a marcar después de un error garrafal de Leno, que intentó atrapar la pelota, pero se le escapó incomprensiblemente de las manos, lo que fue aprovechado por el australiano para marcar a bocajarro (min.56).
El VAR volvió a entrar en acción y el árbitro estadounidense dio el gol por válido.
No ocurrió lo mismo dos minutos después en lo que pareció un claro penalti por un agarrón de Kimmich sobre un delantero australiano.
Poco antes, Löw decidió dar una oportunidad a una de las estrellas fulgurantes del fútbol germano, Werner, que en una de sus primera incursiones disparó a un poste tras deshacerse de dos defensas rivales.
Con todo, los alemanes parecieron levantar el pie del acelerador, mientras que los australianos no se rendían, como demostró el recién salido Troisi, que obligó a Leno a ejercitarse a fondo tras un disparo con efecto desde fuera del área.
También tuvo la oportunidad de salir al campo el legendario futbolista australiano Tim Cahill, de 37 años y que disputó tres Mundiales.