Lionel Messi recibió un homenaje del Camp Nou por sus 500 goles oficiales con el Barcelona con una pancarta gigante y, acto seguido, firmó la paliza por 7-1 sobre el Osasuna con un doblete que permitió al club azulgrana encaramarse en solitario en todo lo alto de la clasificación de la liga española.
El Real Madrid, colíder al inicio de la 34ta fecha, puede alcanzar de nuevo los 78 puntos del Barsa si se impone a continuación en cancha del Deportivo La Coruña; aunque siente la presión del que fuera su escolta hace apenas cuatro días, cuando el conjunto catalán se impuso 3-2 en el clásico con otro doblete de Messi en el estadio Santiago Bernabéu.
Los madridistas aún tienen pendiente un partido aplazado contra el Celta de Vigo, programado para el 17 de mayo, aunque andan sobre aviso del excelente momento de forma del astro argentino, que ante Osasuna amplió su cuenta como máximo cañonero del torneo, ahora en 33 dianas.
Messi empezó aplaudido, con incontables camisetas suyas alzadas en alto por la hinchada imitando su peculiar celebración en el clásico, y acabó ovacionado tras marcar su segundo tanto a los 61 minutos y retirarse al banquillo, reservado para disputar con plenas garantías el derbi del domingo en cancha del vecino Espanyol.
Sin el sancionado Neymar o el uruguayo Luis Suárez, reservado en la banca, “La Pulga” abrió el marcador a los 12 minutos y, pese al gol de Roberto Torres por Osasuna a los 48, la fiesta fue completa para los azulgranas, con otros dos dobletes de los criticados André Gomes (30 y 57) y Paco Alcácer (64 y 86) y la primera diana del también argentino Javier Mascherano (67) en sus siete temporadas en la entidad, convertido de penal.
“Ya sabemos todo lo que da Leo al equipo, al club y a la afición que viene a verlo. Es un jugador único y es una alegría jugar junto a él. También nos alegramos mucho por Mascherano”, declaró Alcácer.
La jornada se completa a continuación con los cotejos Valencia-Real Sociedad y Leganés-La Palmas.
Osasuna nunca amenazó lo más mínimo la victoria del Barsa, que encarriló un atento y depredador Messi tras robar un balón retrasado por Fausto Tienza, escaparse en carrera controlando el bote con la frente y superar la salida del arquero con un toque suave y bombeado.
El argentino siguió merodeando la portería defendida por Salvatore Sirigu, que respiró aliviado cuando el azulgrana no ajustó una potente volea tras dejada de Alcácer en desplazamiento largo de Gerard Piqué.
Messi no cejó de presionar la salida de balón visitante, y una nueva apropiación suya derivó en zurdazo desviado a tiro de esquina por la defensa y segundo gol del Barsa, celebrado por Gomes tras empalmar un cruce al bote de vivo de Ivan Rakitic tras rechace defensivo.
El arranque de la segunda mitad fue esperanzador para Osasuna, pues Torres convirtió un tiro libre con astucia, lanzando una comba al lado más insospechado de Marc-André ter Stegen, lento en la reacción tras paso en falso.
Tuvo el tercero el Barsa con un cabezazo de Mascherano que Sirigu desvió al poste, pero no fue hasta que Piqué repitió madera y Gomes recolectó el rechace, que el cuadro local reestableció su ventaja.
A partir de allí, el encuentro fue un calvario para los pamplonicas y un entrenamiento para el cuadro local, en especial Messi, quien subió el tercero con zurdazo enroscado desde el pico del área, ante la pasividad de la defensa.
Firmado el doblete, el crack se retiró entre vítores con media hora por delante, que aprovecharon Alcácer para enganchar a la red una profundización aérea de Arda Turan, y Mascherano para buscar su primer tanto desde 2010 con el Liverpool, logrado al lanzar con potencia un penal cometido sobre Denis Suárez.
Resignado Osasuna al descenso, que podría confirmarse con una próxima victoria del Leganés, el Barsa no pudo menos que anotar el séptimo en escapada de Alcácer.