No hay vuelta atrás para el Barcelona y Lionel Messi, sin margen de error ni la presencia de Neymar el domingo cuando visiten al Real Madrid en el clásico de la liga española, que lidera el equipo blanco con tres puntos de ventaja a falta de seis fechas para el final del campeonato.
Ilusionados con la posibilidad de ganar el torneo por primera vez desde 2012 y segunda en nueve campañas, los madridistas miran por encima del hombro al Barsa al arranque de la 33ra fecha, reconfortados además por el margen del partido pendiente que deben disputar contra el Celta de Vigo, ya con fecha programada: el 17 de mayo.
Messi y Cristiano Ronaldo ofrecerán el 27mo capítulo de su particular y aparentemente eterno duelo goleador defendiendo a sus respectivos clubes, aunque el argentino, que ostenta el récord en clásicos con 21 dianas por 16 del portugués, no le marca un gol al Madrid desde 2014.
Cristiano, autor de cinco tantos al Bayern Munich en la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones, que los blancos resolvieron a su favor el martes, parece llegar pletórico a la cita, más descansado que en temporadas anteriores, administradas sus fuerzas con celo por el timonel, Zinedine Zidane.
"Física y mentalmente está preparado para hacer un gran partido, y posiblemente lo demuestre mañana. La energía que transmite al grupo es impresionante", valoró el sábado Zidane. "Hay mucho desgaste pero también ilusión. No hay favoritos. Si ganamos, no es media liga. Nos quedan siete partidos".
Recién eliminado de la Champions por la Juventus, Messi sabe que una majestuosa actuación en el clásico es la última opción que le queda para reclamar el próximo trofeo al Balón de Oro, que amenaza con llevarse Cristiano por segunda edición consecutiva, lo que le igualaría a cinco con "La Pulga".
El rosarino, actual máximo cañonero liguero con 29 dianas y a solo un doblete de celebrar 500 goles oficiales con el Barsa, no podrá contar esta vez con la ayuda de Neymar, sancionado con tres partidos -si no lo evita un recurso de última hora- tras ser expulsado en la derrota contra el Málaga por la 31ra fecha.
"Neymar uno de los tres mejores jugadores del mundo, pero ya hemos demostrado que podemos ganar sin él", señaló el centrocampista azulgrana, Ivan Rakitic. "Con todo el respeto, lo más importante no es como están ellos. A hambre de victorias e ilusión no nos gana nadie".
Los inoportunos resbalones del Barsa han marcado el transcurrir del campeonato, pues el equipo se ha mostrado hasta la fecha incapaz de sostener un alto rendimiento, en especial tras los contados tropiezos del líder, aunque ello no haya causado mella en la moral del técnico, Luis Enrique.
"Para nosotros es una final. No nos sirve otro resultado que no sea la victoria. Es un estímulo maravilloso. No hay escenario mejor para un 'culé' que hacer un gran partido en el (estadio) Santiago Bernabéu", soltó Luis Enrique. "Mis jugadores están listos para levantarse una y mil veces".
Luis Suárez, quien sigue a Messi con 23 tantos en el torneo doméstico, acompañara a Messi en punta de ataque; aunque el entrenador asturiano mantiene el misterio sobre quien ejercería las funciones de Neymar junto al uruguayo y el argentino, sopesando incluso la posibilidad de reforzar el centro del campo con cinco hombres.
El Madrid, en cambio, podría alinear de entrada a la BBC que forman Cristiano, Karim Benzema y Gareth Bale, aparentemente recuperado de sus enésimas molestias musculares.
A Zidane le preocupan más las bajas de Raphael Varane y Pepe en defensa que la delantera, y deberá recurrir una vez más al canterano Nacho Fernández para formar junto a Sergio Ramos en el eje.
Los laterales, Marcelo y Dani Carvajal, exhiben un excelente momento de forma, pero no tanto el arquero costarricense Keylor Navas, centro de las críticas tras encajar al menos un gol en sus últimos 15 partidos.
"Es un enfrentamiento directo y llegamos en un buen momento. Ganamos el último partido de liga con la ayuda de los compañeros que no estaban jugando mucho y han dado la cara. Estamos muy unidos y vamos hacia adelante", señaló Marcelo.
Enfrente, Marc-André ter Stegen disputará su primer clásico en la portería del Bernabéu, una vez que el chileno Claudio Bravo, titular en la liga las últimas dos campañas, fuera traspasado al Manchester City el pasado verano.
De caer de nuevo, las esperanzas del Barsa, al que le quedaría la posibilidad de ganar la Copa del Rey en la final del 27 de mayo ante el modesto Alavés, caerían bajo mínimos. Y aún ganando, los azulgranas deben afrontar un calendario complicado, con la llegada del colista Osasuna el miércoles, el derbi ciudadano del próximo sábado en cancha del Espanyol, y la visita del actual quinto clasificado, Villarreal, a la siguiente fecha.
Cierto que los barcelonistas tienen menos frentes abiertos, pues el Madrid quedó emparejado con el también vecino Atlético de Madrid en las semifinales de la Champions, con el primer cruce programado para el 2 de mayo en el Bernabéu.
Pero al perseguidor, cada vez más exigido tras anunciar Luis Enrique su adiós al final del curso, le vale un solo resultado en la lucha por conquistar la liga: ganar en el coloso blanco e igualar, ni que sea de forma momentánea, al Madrid en la punta.
Le queda también, pese a todo, un consuelo al Barsa. Cuenta con Messi. Y con "La Pulga", todo es posible.