El peor rival para su peor momento. La Argentina de Lionel Messi se reencontrará el jueves con Chile, devenido su verdugo en las dos últimas finales de la Copa América y ávido de un triunfo histórico en Buenos Aires para sumar más piedras en el camino de los albicelestes rumbo al Mundial de Rusia 2018.
Una sensación de partido decisivo sobrevuela en Argentina, que protagoniza su peor campaña en eliminatorias sudamericanas desde que se juegan bajo el sistema todos contra todos. El equipo de Edgardo Bauza se ubica quinto, en posición de repechaje con 19 puntos, tras disputarse 12 fechas.
Un empate o derrota ante la Roja, cuarta con 20 unidades, dejaría a los albicelestes fuera de las posiciones de clasificación al Mundial si Colombia, sexta con 18 puntos, le gana a Bolivia en Barranquilla. Sin dudas, un escenario impensado para el equipo liderado por el mejor jugador del mundo.
"Ganarle a Chile será fundamental y no me importa cómo se gane, pero que se gane", admitió Bauza sin ruborizarse, para horror de una prensa deportiva mayormente crítica, que le achaca la falta de una línea de juego definida y no explotar al máximo la suma de talentos a su disposición.
Bauza estacó además el "gran valor anímico" del duelo ante los chilenos en el estadio Monumental de River Plate para lo que resta de las eliminatorias. Argentina enfrentará el próximo martes a Bolivia en la altura de La Paz, en una ronda de visitas de alto riesgo que también incluirá a Ecuador y Uruguay.
El técnico confiaba en sacar tajada del gran momento que atraviesa Paulo Dybala en sociedad con Gonzalo Higuaín en la Juventus de Italia. Pero la "Joya" arrastra una contractura en la pierna izquierda y sería preservado para el duelo ante los bolivianos.
El delantero del Manchester City Sergio Agüero se perfila para jugar en su lugar y reeditar el cuarteto de ataque con Messi, Ángel Di María y el propio Higuaín. La otra opción es Éver Banega, para compensar el mediocampo al lado de Javier Mascherano y Lucas Biglia.
Chile nunca ganó en Buenos Aires por eliminatorias. Otro hito por superar para la mejor generación de futbolistas chilenos de su historia. En el último tiempo, además, la Roja se ha tomado la costumbre de amargar a sus vecinos. Lo hizo en la final de Copa América 2015 y un año después por el trofeo de la edición Centenario del certamen continental. Esta última caída llevó a Messi a renunciar al seleccionado, aunque luego recapacitó por el clamor popular.
"Estamos confiados y creo que este grupo está capacitado hace mucho tiempo para ir a Argentina y hacer un buen partido", afirmó el volante Jorge Valdivia, un histórico del seleccionado chileno que regresa tras un año de ausencia, pese a su presente en el menos competitivo Al-Wahda de los Emiratos Árabes Unidos. . "Para seguir haciendo historia hay que ganar en Buenos Aires, pero lo más importante es clasificar al Mundial".
El técnico argentino Juan Antonio Pizzi no contará con su as de espada y máximo goleador, Arturo Vidal, suspendido. Tampoco jugará Marcelo Díaz, lesionado, mientras Alexis Sánchez y Gary Medel no están en óptimas condiciones físicas, aunque confían en recuperarlos para el jueves.
Ambos equipos están obligados a cuidarse de las amarillas del árbitro brasileño Sandro Ricci.
Argentina tiene 13 jugadores amonestados, la mayoría titulares, entre ellos el arquero Sergio Romero, Mascherano, Biglia, Di María, Higuaín y Dybala. De recibir otra, quedan descartados para jugar ante Bolivia. Para alivio de Bauza, Messi no figura entre ellos.
En Chile deben cuidarse ocho futbolistas, entre ellos el arquero Claudio Bravo, Mauricio Isla, Gonzalo Jara y Eduardo Vargas si quieren estar disponibles para recibir a Venezuela.