El Chelsea, líder de la Liga Premier inglesa, perdió puntos apenas por tercera vez desde septiembre, al resignarse el domingo con un empate 1-1 en su visita a Burnley.
Por su parte, el Leicester siguió hundiéndose en una campaña en la que buscaba defender el título. Sufrió su quinta derrota consecutiva, esta vez por 2-0 ante Swansea.
Con el empate en la nevada Burnley, los "Blues" se perdieron la oportunidad de estirar a 12 puntos su ventaja en la cima respecto del Tottenham, que cayó la víspera por 2-0 en la cancha de Liverpool. Aunque Chelsea disfruta de una delantera de 10 unidades, ofreció uno de sus peores partidos desde los primeros disputados bajo el mando de Antonio Conte.
El español Pedro definió un veloz contraataque para que el conjunto londinense tomara la delantera a los siete minutos. Sin embargo, Burnley igualó por medio de un tiro libre ejecutado por Robbie Brady, a los 24.
Burnley tuvo las mejores oportunidades de ganar el cotejo. Su fortaleza física causó problemas a los visitantes durante toda la confrontación.
Desde el 24 de septiembre, cuando cayó 3-0 ante el Arsenal, Chelsea ha ganado todos sus partidos, salvo por una derrota por 2-0 sufrida ante el Tottenham el 4 de enero y un empate 1-1 en Liverpool el 31.
Manchester City se mide al Bournemouth este lunes. Si gana, anclará en el segundo puesto y quedará a ocho puntos de Chelsea.
Se avizoraba difícil el partido para Chelsea, no sólo por el tremendo frío en Turf Moor, sino porque Burnley había ganado nueve de sus últimos 10 encuentros en las distintas competiciones como local.
Su única derrota en casa data de comienzos de octubre, frente al Man City.
Durante los primeros 20 minutos, los locales pasaron apuros. Una vez que se recuperaron del sobresalto, hicieron daño con su estilo vertical y su trabajo infatigable.
"Comenzamos muy bien… pero quizás nos faltó definir el encuentro", valoró Conte. "En el segundo tiempo el juego se tornó ríspido y de pases largos. No es fácil jugar acá".
Tras la comba con la que Brady igualó desde fuera del área, Burnley generó las mejores opciones. Fue el primer partido de inicio de Brady desde el 31 de enero, cuando llegó en una transferencia sin precedente por parte del club.
Hace apenas nueve meses, Leicester encantó al mundo del fútbol al coronarse en la Premier, durante una campaña en la que las casas de apuestas le daban probabilidades de apenas 5.000 a uno.
Ahora, el club del centro de Inglaterra languidece en el 17mo puesto, un peldaño y un punto encima de la zona de descenso. En lo que va de 2017, Leicester no ha anotado un solo gol en la liga.
"Es lo mismo, increíble", dijo el técnico italiano Claudio Ranieri, galardonado recién por la FIFA como el mejor del año anterior por la gesta que llevó al campeonato. "Tenemos dos problemas: recibimos goles y no los anotamos. Tenemos que mantenernos unidos y encontrar una solución. No es posible seguir así".
La derrota del domingo en casa de Swansea se produjo con goles de zagueros en el primer tiempo. El central Alfie Mawson anotó de volea a los 36 y el lateral izquierdo Martin Olsson marcó con un tiro rasante en los descuentos.
Ahora, el Leicester debe enfrentar al Millwall de la segunda división, en la quinta ronda de la Copa de la FA. Luego, viajará a Sevilla para disputar la ida de los octavos de final en la Liga de Campeones.
Y de vuelta en la Premier, le espera un duelo en casa ante el Liverpool, el 27 de febrero.
Swansea rebasó a Leicester y quedó a cuatro puntos de la zona que condena a perder la categoría.
Fuente: AP