El restaurante español Mugaritz, que cuenta con dos estrellas Michelin y es liderado por el chef Andoni Luis Aduriz, ha suscitado una fuerte polémica por su plato “cocido mímesis”, que se asemeja a un feto de tres meses de gestación; rodeado por un gel que da la impresión de ser líquido amniótico, el fluido que rodea al bebé en el vientre materno.
El plato, que se presentó la semana pasada en Madrid, tiene entre sus elementos una almendra como cabeza, un fruto seco crocante que al ser mordido cruje; simulando lo que podría ser el sonido de un cráneo.
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La representación del feto de tres meses se elabora además con un caldo garbanzo con jugo de avellanas, y con caviar simulando el meconio, la primera evacuación de un bebé. El plato “no tiene por qué gustar a todos”; dijo Aduriz a Efe.
En su sitio web, Mugaritz señaló que “nos gusta alimentar la mente alimentando la curiosidad, los sentidos o el deseo, buscamos saciar el hambre de riesgo; de juego o de respuestas y el placer de sorprendernos, de descubrir y explorar lo desconocido”.
🆘️⁉️Versión del cocido con una mímesis de un embrión humano de tres meses ⁉️ ¿De verdad? ‼️Que salvajada es esto⁉️
✅Cocina de autor = reflejo de una sociedad enferma. https://t.co/NC3sgT5xTR@hipatia20s @Ari_Arifu2 @timodelpino @sallelorier @aflorrick77 @crixiglesias pic.twitter.com/mXejv6jkLW
— Rocío López Real (@RocioLopezReal) April 3, 2022
“Para lograrlo, nos cuestionamos las lógicas del mundo culinario, replanteándonos las normas sociales y los prejuicios. Buscamos crear un contexto donde ejercer la libertad sensorial para poder superar la imposición de las costumbres”; agregó.
Opiniones en redes por el feto
Era de esperar, la popularidad del plato en redes sociales ha sobresaltado a algunos usuarios de Twitter; que dicen no comprender cómo una comida de estas características tan peculiares puede ser obra de un dos Estrellas Michelín. Por su mal gusto, entendemos, aunque no lo hayan probado.
Aduriz, por su parte, siempre ha buscado desconcertar: “Hemos ayudado a que un sitio tan conservador como Donosti sea más descarado”; ha asegurado, al mismo tiempo que reivindica su cocina tachándola de “extrema” y “desconcertante” y que ayuda a que el comensal «se quite los complejos».
Por Debate