Una diseñadora islandesa ha desarrollado un material biodegradable hecho a base de algas para la confección de prendas de vestir en un intento de reducir los desechos textiles; informa el portal Dezeen.
Valdís Steinarsdóttir ya ha diseñado una serie de prendas translúcidas con ese material, compuesto por gelatina o agar; un agente gelificante derivado de algas rojas. La ‘tela’ se obtiene mezclando uno de los dos agentes gelificantes con agua, colorantes naturales y alcohol de azúcar para darle flexibilidad.
A continuación, esa sustancia líquida se coloca en un molde que tiene la forma de una determinada prenda y la mezcla se deja curar y solidificar durante aproximadamente un día, sin que se necesiten costuras para unir sus diferentes partes. Además, el proceso de confección no genera desperdicios; ya que se utiliza solo la cantidad necesaria del material biodegradable.
«Me parece emocionante usar materiales naturales para reemplazar a los sintéticos, aunque la textura y la sensación son similares a las del plástico», dijo Steinarsdóttir.
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También destacó que las prendas resultantes son duraderas y una vez que se desgastan o ya no se necesitan; se pueden fundir para crear nuevos artículos utilizando el mismo material o simplemente dejar que se biodegrade.
Industria de la moda apuesta por la gelatina
Cada año, la industria de la moda produce más de 60 mil millones de metros cuadrados de desechos textiles a medida que se cortan patrones de costura de grandes rollos de tela.
Diseñadores como la graduada del Royal College of Art, Danielle Elsener; han intentado abordar este problema creando patrones de patrones sin desperdicio que maximizan la cantidad de elementos que se pueden cortar de una pieza determinada de tela.
Pero Steinarsdóttir ha eludido el problema por completo utilizando un material a base de líquido; elaborado mezclando uno de los dos agentes gelificantes con agua, colorante de cochinilla natural y alcohol de azúcar para crear diferentes niveles de flexibilidad.
A continuación, se cuela directamente en un molde con la forma de la prenda terminada; el proceso no genera desperdicios y solo utiliza la cantidad exacta de material que se necesita para producir una prenda determinada.
El material se deja curar y solidificar durante aproximadamente un día; y no necesita costuras ni puntadas para mantenerlo unido.
Por RT