Buzos estadounidenses han logrado recuperar parte de un tesoro en monedas de oro que permanecía bajo el mar, 180 años después del naufragio del barco que las transportaba.
Blue Water Ventures International (BWVI), una de las compañías a cargo de las labores de búsqueda —y especializada en recuperaciones arqueológicas y restos de naufragios—, anunció la semana pasada el hallazgo, luego de meses de trabajo de campo en la zona donde aún se encuentra lo que queda del SS North Carolina, buque de vapor que se hundió luego de colisionar con otra embarcación, el Governor Dudley, el 25 de julio de 1840.
De acuerdo con lo reportado, los equipos de buceo lograron ubicar al SS North Carolina a finales de septiembre, a unas 20 millas —cerca de 32 kilómetros— de las costas de Carolina del Sur (EE.UU.).
Aunque el choque no dejó víctimas mortales, ya que todos sus pasajeros y la tripulación lograron ser trasbordados con éxito al segundo barco involucrado en el accidente, la mayoría no tuvo tiempo de recoger sus pertenencias en medio del caos.
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Por tal razón, en el fondo del océano quedó el equipaje de todos ellos y en especial la carga del barco: baúles repletos de cientos de monedas de oro demediados de la década de 1830.
"Se ha estimado que las monedas perdidas en el SS North Carolina valdrían muchos millones de dólares al precio actual", asegura la BWVI, señalando que también han sido encontradas piezas de mármol, vajillas y otros artículos.
Keith Webb, presidente de esa empresa, afirma que "fue grande" la pérdida de dinero que dejó el hundimiento y que hoy por hoy se valoraría en "decenas de millones de dólares", principalmente por las acuñaciones en oro. La investigación ahora emprendida sugiere que se trataría de monedas raras y codiciadas por coleccionistas e historiadores. "No puedo creer lo que estamos encontrando", resalta.
"Las monedas lucen casi como si estuvieran recién acuñadas y esto nos ha asombrado, porque estaban ocultas bajo un gran trozo de cobre, en la arena, y no habían sido movidas por la corriente", añade.
Duro de pescar
Webb subraya que lo que menos esperaban, en el caso del SS North Carolina, era encontrar monedas de oro al primer día de trabajos. Sobre todo, porque no era la primera vez que alguien emprendía la búsqueda de ese tesoro.