¿Alguna vez te has detenido a pensar si eres adicto o no a la comida chatarra?, aunque no lo creas, según un estudio realizado, la comida alta en grasa como el tocino, hamburguesas, postres, entre otros, es adictiva debido a los altos niveles de grasas, sal, condimentos o azúcares, así como numerosos aditivos alimentarios, como el glutamato monosódico que es un potenciador del sabor, o la tartracina, colorante alimentario.
Posiblemente podrás pensar que es imposible que la comida cause algo grave en tu organismo, pero, si no balanceas tus alimentos es posible que te lleven a tener una vida sedentaria, tal fue el caso de Molly Smith, una chica de 24 años.
Molly nació en Vancouver, Canadá, y desde que era pequeña tenía problemas para controlarse y le gustaban mucho lo postres y los platillos con altas calorías. Hoy con 24 años, perdió el peso que la había arrastrado por momentos complicados, pero el trabajo fue arduo.
Según declaraciones de la joven mujer, ella tenía una fuerte adicción a la comida, pues aun cuando su familia comía sanamente, ella siempre encontraba una forma de alimentarse con comida chatarra, lo peor de todo es que esto no estaba trayendo problemas solamente en su físico, los estragos de la adicción también estaban afectando su salud mental, Molly estaba empeorando, comía, se deprimía y luego seguía comiendo, estaba insegura y no quería intentar nada.
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Hasta que un día, decidió cambiar su estilo de vida, todo comenzó cuando Molly se enamoro de un chico, el cual le dijo que mientras estuviera "gorda" no saldría con ella.
Molly empezó a comer mejor, cuidaba las calorías que consumía en el dia y se inscribió en el gimnasio, de verdad que el cambio, es impresionante.
Actualmente Molly tiene miles de seguidores en su cuenta de Instagram, con los que ha compartido su transformación desde los primeros días con motivo de ser inspiración para otros jóvenes que a como ella, padecen de esta extraña adicción.