La maestra Viktoria Demeshkina, de 26 años, asegura que el colegio en el que se desempeñaba la obligó a renunciar debido a las presiones de los administradores, en Ekaterimburgo, Rusia.
El periódico británico The Sun informó que todo comenzó cuando los padres de los menores descubrieron la cuenta personal en Instagram de la joven, en donde habitualmente ella comparte sus fotografías.
Una madre descubrió las imágenes en Internet. Quien, posteriormente avisó al resto de los adultos, argumentando que sus “poses y expresiones faciales tenían una connotación sexual”.
“Accidentalmente vi su cuenta de Instagram y muchas de sus fotografías tenían una naturaleza sexual”. A su juicio, las publicaciones no eran apropiadas para una persona que trabaja con niños.
“La forma en que ella se ve, y se viste, puede afectar a los niños de una manera negativa”, aseguró.
De esta manera los padres presentaron su preocupación ante la dirección del establecimiento; en donde comenzaron a investigar estas quejas.
De esta forma se tomó la decisión de pedir a la profesora que borrara sus imágenes provocativas. Sin embargo, la profesional se negó a bajarlas de su perfil, argumentando que no eran de carácter sexual.
“Las fotos solamente muestran momentos en mi vida. No tienen otra connotación aparte de esa”, se defendió. “No veo nada censurable en ellas”, agregó.
Es así como el establecimiento dejó de pagarle los bonos mensuales. Dinero que se les otorga a las educadoras en Rusia para compensar sus salarios mínimos.
Una de sus colegas, Kristina Vyugova, se mostró de acuerdo con las críticas de los apoderados, señaló Tiempo Digital.
“Yo también comparto imágenes con mis amigos en las redes sociales. En estas aparezco haciendo deporte o en actividades en la montaña. Si eres profesor, debes comportarte acorde a eso”, comentó.
Finalmente, y ante las presiones, Viktoria renunció a su trabajo. Razón por la que actualmente se encuentra buscando una nueva oferta laboral.