Desde que en 1993 el narcotraficante Pablo Escobar fuera ejecutado durante una persecución policial en Medellín, Colombia, su hijo mayor fue perseguido por la prensa para saber su testimonio sobre el colombiano. Esta vez, el joven, que tiene el mismo nombre de su padre contó episodios de su vida cuando vivía junto con él, entre ellas sobre las drogas.
El hombre de 39 años, quien actualmente tiene un nuevo nombre, Sebastián Marroquín, y vive en Argentina, señaló que su padre le dejó un consejo durante su adolescencia que recuerda mucho. Valiente es el que no prueba, le dijo Escobar a su hijo en relación con las drogas.
Según Pablo Escobar, su padre era consciente del veneno que vendía y no quería que su familia se metiera en ese mundo oscuro del narcotráfico.
Cuando su padre murió Pablo Escobar aseguró vengarse de todos los que asesinaron a su padre, eso le costó el exilio a Buenos Aires. Voy a matar a todos esos hijos de . Yo solo los mato, dijo en su momento.
Ahora Sebastián Marroquín es escritor y contó para Hufftington Post que fue criado por bandidos y asegura que las peores criminales de Colombia eran sus niñeras.
Además, ya tiene un libro bajo el brazo y revela que el mundo de la mafia está lleno de traiciones, pero la peor es la de la propia familia». «La vida de Pablo Escobar no es digna de imitar en ningún momento», afirmó.