La erupción del volcán de La Palma ha entrado en una fase de estabilidad; dieciocho días después de que empezara a lanzar material y cubriera de cenizas y lava parte de esta isla española.
Aunque los expertos consideran que si se mantiene esta constante de estabilidad «es bueno para todos» porque ello ayudaría a no incrementar los daños ya causados; piden no bajar la guardia y mantener la máxima prudencia porque la realidad del volcán de Cumbre Vieja «es cambiante».
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Posible empeoramiento de la calidad del aire
Ahora la preocupación se centra en la calidad del aire; pues en las próximas horas el movimiento del viento puede generar un problema de partículas en suspensión.
En concreto, se prevé un cambio del viento hacia el sur-suroeste y un descenso de la inversión térmica desde los 1.200 a los 900 metros; lo que apunta a condiciones desfavorables en la calidad del aire hacia el este y norte de la isla y una posible afección en la operatividad del aeropuerto de La Palma.
Hasta el momento se han registrado concentraciones altas de micropartículas, pero no han supuesto un riesgo para la población; y los expertos están a la espera de los resultados del análisis de metales en laboratorio para evaluar su incidencia.
Además, habrá una campaña de medición en las poblaciones afectadas por el «penacho» marino de vapor de agua y ácido clorhídrico que se produce por el contacto de la lava con el océano; anunció la directora en el archipiélago de las Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN) de España, María José Blanco.
El penacho del volcán mantiene una «potente» emisión de dióxido de azufre (5.849 toneladas diarias), pero en ninguna de las estaciones de medición se han superado los parámetros de riesgo para la población, tampoco en partículas de menos de 10 micras.
La altura de la columna de cenizas y gases se sitúa en los 3.000 metros.
Reducido avance de la lava del volcán
La buena noticia es la estabilidad del volcán, que se percibe en el reducido avance de la lava, la cual discurre por una sola colada, por el camino marcado por la primigenia, y a través de un «túnel lávico» que permite una conexión directa entre el centro emisor y el mar.
En su punto máximo, la colada presenta una anchura de 1.250 metros.
En las últimas horas, la lava tuvo dos intentos de crecer en su camino, pero quedaron paralizados, como lo está desde hace tres días otra colada que discurrió hacia el norte cuando el cono del volcán tuvo una rotura.
La superficie cubierta por el magma alcanza las 421,93 hectáreas, apenas 1,81 hectáreas más que ayer, y el delta lávico sobre el mar, que se extiende hasta los 500 metros de distancia desde la costa, ocupa 38 hectáreas (36 el martes) con una profundidad de 250 metros.
También se percibe la estabilidad eruptiva en la actividad sísmica, que presenta un descenso en el número y la intensidad de los terremotos (el mayor de magnitud 3,7), con profundidades medias de entre 10 y 15 kilómetros en la misma zona en que se detectó el enjambre sísmico que precedió al nacimiento del volcán el 19 de septiembre.
Ayuda popular e institucional
Ante la mejora de las condiciones, hoy se permite la entrada de los vecinos a recoger ropa y enseres de las viviendas de las que han sido evacuados.
Además, los agricultores con tanques propios pueden regar en algunas zonas.
Y es que la agricultura se está viendo muy dañada por la lava: 93,4 hectáreas de cultivos están afectadas, de las cuales 35,6 hectáreas son plataneras, 32,9 viñedo, 6,7 aguacates y el resto otros cultivos, conforme a datos facilitados por el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca).
A fin de ayudar a los agricultores del Valle de Aridane anoche llegaron a La Palma dos desaladoras que suministrarán agua para el riego de las plataneras.
Al tiempo, las ayudas a los afectados continúan tanto a nivel institucional como popular.
Hoy entró en vigor el Real Decreto-ley por el que se adoptan medidas urgentes de apoyo para la reparación de los daños ocasionados por la erupción y para la reconstrucción económica y social de la isla por un total de 213,7 millones de euros (unos 246,7 millones de dólares al cambio actual).
Esta cantidad se suma a los 10.5 millones (12,1 millones de dólares) que el Gobierno español aprobó la semana pasada para la adquisición de viviendas; y enseres de primera necesidad.
Mientras; la solidaridad ciudadana llega desde todos rincones y las donaciones en metálico recibidas superan ya los 7 millones de euros (8 millones de dólares).
Por EFE