Más de 5.600 personas perdieron la vida en Haití el año pasado debido a la violencia de las pandillas, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).
Esta agencia de la ONU precisó que la violencia criminal en Haití dejó al menos 5.601 muertos en 2024, lo que representa un aumento de más de 1.000 muertes en comparación con 2023. Además, otras 2.212 personas resultaron heridas y 1.494 fueron secuestradas.
El jefe de Acnudh, Volker Türk, afirmó que «estas cifras por sí solas no pueden reflejar los horrores absolutos que se perpetran en Haití, pero muestran la violencia incesante a la que se ve sometida la población».
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU documentó 315 linchamientos de miembros de pandillas y personas presuntamente asociadas con ellas; así como 281 casos de presuntas ejecuciones sumarias en los que estuvieron involucradas unidades policiales especializadas durante el año pasado.
#Haiti: Over 5,600 killed in gang violence in 2024, many others injured & kidnapped. UN Human Rights Chief @volker_turk calls for an end to impunity, emphasising the need to restore the rule of law & address root causes such as corruption & inequality.https://t.co/85mFsvTgkj pic.twitter.com/kRVU5OIg1X
— UN Human Rights (@UNHumanRights) January 7, 2025
Más de 5.600 personas muertas en Haití en 2024
Türk señaló que «la impunidad por las violaciones de los derechos humanos y los abusos, así como la corrupción, siguen prevaleciendo en Haití y constituyen algunos de los principales impulsores de la crisis multidimensional que enfrenta el país; junto con las arraigadas desigualdades económicas y sociales».
El alto comisionado instó a priorizar la restauración del Estado de derecho en Haití y a brindar apoyo logístico y financiero a la Misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad en Haití (MSS).
Además, Türk exhortó a fortalecer el mecanismo de supervisión policial para exigir cuentas a los agentes presuntamente implicados en violaciones de derechos humanos; implementar plenamente las sanciones del Consejo de Seguridad y el embargo de armas para evitar que estas caigan en manos de bandas criminales; y frenar las deportaciones mientras persistan la inseguridad y la crisis de derechos humanos.
A propósito de la migración haitiana y los estigmas que caen sobre la población desplazada en países como República Dominicana y Estados Unidos, exigió: «Reitero mi llamado a todos los Estados para que no devuelvan a nadie por la fuerza a Haití«.
Haití ha estado luchando durante años para contener la violencia de las pandillas; una situación que se agravó tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse (2017-2021) en julio de 2021.
Desde junio de 2024, está desplegada en Haití una misión multinacional compuesta por 2.500 efectivos bajo mandato de la ONU, con policías kenianos, guatemaltecos, y de otras naciones; destinada a brindar seguridad a las instalaciones sociales y gubernamentales.
