El número de víctimas mortales a causa de un devastador incendio en Kazajistán, ha aumentado a 45; mientras que cuatro personas aún permanecen desaparecidas, según informaron las autoridades del país.
El incendio, que ha conmocionado a la nación; se desató el pasado domingo y ha planteado serias preocupaciones sobre la seguridad en las operaciones mineras en Kazajistán. Se cree que la explosión de gas metano fue la causa del trágico suceso. Aproximadamente 252 personas se encontraban trabajando en la mina en el momento del incidente.
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Las operaciones de rescate, se han visto obstaculizadas por la presencia de equipos mineros destruidos y escombros en varios puntos de la mina; lo que dificulta los esfuerzos para encontrar a los desaparecidos.
Este incidente representa la última de una serie de tragedias mortales, que han tenido lugar en instalaciones operadas por ArcelorMittal Temirtau; la unidad local de la compañía que supervisa las plantas siderúrgicas más grandes del país, así como varias minas de carbón y minerales. En agosto, cuatro mineros perdieron la vida debido a un incendio en la misma mina, y cinco personas fallecieron tras una fuga de metano en otro sitio en noviembre de 2022.
Tragedia en Kazajistán
En respuesta a este último desastre, el gobierno de Kazajistán anunció la nacionalización de ArcelorMittal Temirtau. El primer ministro Alikhan Smailov; confirmó que se había llegado a un acuerdo preliminar con los accionistas y que el proceso de nacionalización estaba en curso.
Estas medidas, se tomaron después de que el gobierno expresara su creciente insatisfacción por el incumplimiento de las obligaciones de inversión y las repetidas violaciones de las normas de seguridad para los trabajadores por parte de la empresa.
El presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev, declaró el domingo como día de luto nacional en memoria de las víctimas. Además; la fiscalía general del país ha iniciado una investigación para determinar posibles violaciones de seguridad en la mina de carbón.
Este trágico incidente ha generado una profunda consternación a nivel nacional y ha suscitado renovadas inquietudes sobre la seguridad en las operaciones mineras en Kazajistán. Las autoridades y la sociedad en su conjunto se mantienen en alerta ante la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en las minas del país para evitar futuras tragedias como esta.
