El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha comunicado que aproximadamente seis millones de niños han sido impactados por el tifón Yagi en el sudeste asiático; como resultado de los intensos vientos y las lluvias torrenciales.
Los países que han sufrido más daños son Vietnam, Tailandia y Myanmar. El 18 de septiembre, las autoridades tailandesas informaron de tres muertes; lo que eleva el total de víctimas a 18 debido a este fenómeno meteorológico.
En Vietnam, alrededor de tres millones de personas corren el riesgo de contraer enfermedades por la escasez de agua potable y saneamiento.
Por otra parte, en Myanmar casi 400.000 residentes han abandonado sus viviendas debido a las inundaciones provocadas por el tifón Yagi.
Otro de los países afectados ha sido la República Democrática Popular Lao, pues las fuertes inundaciones han devastado ocho provincias, afectando a 60.000 niños; mientras que han perjudicado infraestructuras esenciales y han amenazado medios de subsistencia de las comunidades.
Tifón Yagi deja a niños en Asia necesitando ayuda
La directora regional de Unicef para Asia Oriental y el Pacífico, June Kunugi, declaró: «Los niños y las familias más vulnerables se enfrentan a las consecuencias más devastadoras de la destrucción que ha dejado tras de sí el tifón Yagi».
Asimismo, «La prioridad inmediata debe ser restablecer los servicios esenciales de los que tanto dependen los niños y las familias; como el agua potable, la educación y la atención sanitaria», añadió Kunugi.
Nearly 6 million children in Southeast Asia have been affected by Typhoon Yagi, across Viet Nam, Myanmar, Laos and Thailand.
Their access to education, clean water and essential services is under serious risk. @UNICEF_EAPRO https://t.co/t8Lx4k78FH
— UNICEF (@UNICEF) September 18, 2024
Yagi ha sido la tormenta más fuerte registrada en el continente asiático en el 2024, provocando desbordes de ríos y letales corrimientos de tierras, junto al deterioro de más de 850 centros escolares y más de 550 hospitales de Vietnam hasta el momento que siguen las evaluaciones para determinar el verdadero impacto del fenómeno.