Un padre, de 41 años, podrá enfrentar una pena de cárcel de 6 a 12 años después que dejó ciego a su bebé, de cuatro meses tras darle tremenda «zarandeada» por qué no lo dejaba dormir.
De acuerdo a las autoridades, como consecuencia de los golpes, el niño sufrió una ceguera en el ojo derecho y gran pérdida de la visión en el izquierdo.
Añadieron que el terrible caso de violencia se registró en la ciudad de Zaragoza, en España.
El acusado identificado como Gabriel C. B, negó por completo lo ocurrido ante el juzgado un año más tarde; ya que si bien el hecho fue el año pasado, trascendió en la actualidad porque el caso fue llevado a la justicia.
Maltrato a un bebé a manos de su padre
Según lo que se dio a conocer, el hombre trabajaba como repartidor de pan, por lo que debía levantarse todos los días a las 5 de la mañana. Fue alrededor de las 2 am que el bebé, a su cargo en ese momento, comenzó a llorar sin parar; por lo que el acusado llamó a su pareja para pedirle consejos sobre cómo tranquilizarlo.
La mujer le recomendó varios tips para poder calmar al bebé, pero él se negó a realizarlos porque “no tenía tiempo y debía descansar”. Antes de que el padre se vaya a su empleo, llegó la abuela del pequeño, quien iba a cuidar de él y de su hermano de 9 años.
Durante el juicio, la abuela del bebé y a la vez madre del hombre, declaró que ella había llegado minutos después para cuidar a los niños. En ese momento vio que el pequeño parecía “asustado” y “tenía la mirada perdida hacia atrás”.
Las autoridades de España lo dejaron en libertad
Una vez que llegó al hogar la madre de los niños, constató que el más pequeño tenía golpes cerca del oído y en la nuca. Decidió llevarlo al hospital y una vez allí confirmaron que el bebé había sufrido lo que se llama “traumatismo craneal por maltrato”.
El niño tenía también equimosis en ambas mejillas en el pabellón auricular y una lesión en la parte cervical. Pero no solo eso, sino que quedó con la consecuencia de un 81% de discapacidad.
Después de lo ocurrido, el hombre reconoció haberle pegado una cachetada al menor y sujetarlo con fuerza de los brazos; por lo que la jueza de ese entonces decidió dejarlo en libertad con la única condición de que no se acerque al niño.