Conmoción causó la muerte de una mujer junto a sus siete hijos, entre ellos cinco niñas y dos niños de 2 y 14 años, luego que las voraces llamas de un incendio dejara en ceniza una vivienda en Charly-sur-Marne, a 80 kilómetros al este de París, Francia.
Según la información ofrecida por los bomberos, aparentemente, las llamas fueron originadas por una lavadora secadora, la cual se prendió fuego mientras la familia dormía.
Derivado de las llamas ocho personas perdieron la vida y únicamente un hombre salió con vida. El sobreviviente, identificado como el padre de familia; debido al tiempo que permaneció dentro del incendio, el hombre presenta importantes quemaduras en todo el cuerpo; por lo que lo trasladaron de emergencia a un hospital y continúa hospitalizado.
Trágica muerte de varios niños en París
Igualmente, las autoridades de París, informaron que la vida del hombre no corre peligro; pero presenta lesiones severas.
Además, reveló que la principal hipótesis apunta a que el fuego se originó, de forma accidental, en una lavadora-secadora instalada en la planta baja de la casa, mientras la familia dormía en la planta superior; por lo que no se percataron de las llamas hasta que fue demasiado tarde.
Así mismo, la Prefectura comentó que el padre de familia quien intentó, sin éxito, controlar las intensas llamas; mientras que la familia permaneció en la planta alta de la vivienda.
Las autoridades de París dieron a conocer que los cadáveres de las ocho víctimas fueron encontrados con signos de asfixia y no calcinados por el fuego, de acuerdo con la versión de la Fiscalía.
Además, se detalló que el padre de familia fue rescatado del incendio gracias a la ayuda de un vecino bombero; quien intervino en la escena antes de que los equipos de emergencia arribaran al sitio.
«Vi sobre todo humo, mucho humo»; dijo una vecina, Evelyne Renaud. «¡Pobres niños!», lamentó una de las vecinas que presenció los hechos.
Igualmente, la mujer sentenció que el rescate de los cuerpos y el sobreviviente fue complicado debido a que la casa se encontraba en una calle estrecha rodeada por dos casas. Finalmente, la testigo señaló que «tenía lágrimas en los ojos; ya que uno de sus hijos era amigo de una víctima».