La reina Isabel ll es la actual monarca del Reino Unido como parte de sus labores reales ha posado para miles de fotografías desde el año que asumió el trono en 1952.
Pero según su modista real, Ángela Kelly, había una pose en la que siempre había anhelado que la retrataran, pero nunca se le permitió por protocolos que forman parte de algo «prohibido» para una monarca.
Según el nuevo libro de Ángela titulado El otro lado de la moneda, la Reina quería una foto tomada en una pose más informal, como con las manos en los bolsillos, pero la Reina Madre y la Reina Consejera siempre le habían pedido que no lo hiciera porque «no eran adecuadas para el ojo público».
La Reina Isabel desafía los protocolos reales
Pero Ángela, que conocía el «deseo secreto» de la Reina desde hacía varios años, tuvo una idea inteligente que lo haría realidad; ella comenta que se preguntaba si «podría tener una maravillosa oportunidad de hacer realidad el deseo de la Reina».
Motivada por cumplir ese deseo y aún nerviosa, le preguntó a la Reina si le haría un favor y posaría con las manos en los bolsillos para una imagen en el libro, según informa la revista hola.
La Reina miró con asombro a la modista cuando le preguntó si conocía las implicaciones de las fotografías. «Ella no tardó en responder: sí, lo haría y, sí, estaba segura».
Cuando el fotógrafo Barry Jeffery comenzó a hablar con ella sobre sus planes para la sesión, Ángela dice que la Reina levantó la mano respetuosamente para decirle que sabía exactamente cómo lo estaba haciendo; ella estaba preparada para el desafío.
Además la entrevista relata; «Su Majestad tomó su posición frente a la lente y comenzó a adoptar una serie de poses, metiendo y sacando las manos de los bolsillos y colocándolas en las caderas, imitando las posturas de una modelo profesional».
Cuando se trataba de elegir qué imágenes incluir en el libro, la modista dijo que la Colección Real no permitiría que se usaran algunas de las tomas más sinceras, ya que «derribaría a la Monarquía».
Por: Mirror