Una familia de Gales, Reino Unido, vive un verdadero drama luego de que Mia Olivia, una bebé de 22 meses , muriera ahogada en una bañera.
Según la madre de la pequeña, la dejó sola por un momento mientras buscaba una toalla y, cuando volvió, la encontró flotando boca abajo.
Al hallar tal escena, la sacó de inmediato del agua y trató de resucitarla. La bebé pese a que fue llevada a un centro asistencial, falleció.
Durante una audiencia que se llevó a cabo en las últimas horas, Joely Eastham-Jone, madre de la pequeña, aseguró que la bebé estaba en un baño de burbujas.
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Cuando la mujer procedió a sacarla del agua, la niña le dijo que quería “seguir jugando con las burbujas”, reveló The Sun .
En ese momento Eastham-Jone se percató de que no había toallas en el baño, por lo que procedió a ir en búsqueda de unas.
John Gittins, fiscal, aseguró que la madre salió del baño hacia una habitación y que podía escuchar a la bebé cantando y jugando.
De un momento a otro oyó que un cepillo golpeó contra el borde de la bañera y al regresar corriendo la encontró “tendida boca abajo en el agua. La levantó y la vio rosada, flácida y no respiraba».
Se conoció que la madre puso a la bebé en el suelo y le practicó reanimación cardiopulmonar. En ese momento la menor expulsó agua por la boca.
De inmediato, la mujer llamó a emergencias y en 5 minutos la bebé fue trasladada, en avión, al Royal Stoke University Hospital.
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Pese a que la menor recibió un tratamiento que incluía oxígeno y adrenalina; la niña murió en la madrugada del día siguiente.
Un examen post mortem reveló que la bebé sufrió un daño isquémico en el cerebro, los riñones y el corazón.
Además, que la causa de la muerte fue una falla orgánica múltiple, consistente con ahogamiento.
Los forenses dictaminaron que la muerte de la bebé fue accidental.
