Portugal inauguró este jueves el puente peatonal suspendido más largo del mundo, a 175 metros sobre el río Paiva, en el norte, y que con sus 516 metros supera el récord establecido en 2017 por la pasarela Charles Kuonen de los Alpes suizos.
El puente atraviesa un barranco granítico del municipio de Arouca y está formado por 127 planchas de rejilla con barandillas metálicas de 1,20 metros de ancho, sujetas por cables de acero a unos pilares en forma de «V» situados a cada extremo.
«Aunque hace un tiempo que terminó la construcción del puente, esta inauguración es importante pues nos permite retomar nuestra actividad turística», declaró a la AFPTV la alcaldesa de Arouca, Margarida Belem, ensalzando una «atracción fundamental» para la región.
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Esta parte del río Paiva ya cuenta con un recorrido de 8 kilómetros de pasarela de madera, que serpentea adentrándose en el valle.
Hoy ha sido inaugurado el puente peatonal más largo del mundo, de 516 metros.
Cruzarlo implica atravesar un barranco de 175 metros encima del río Paiva, en el norte de Portugal.
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— Agence France-Presse (@AFPespanol) April 29, 2021
Antes de la inauguración oficial del domingo y de que se abra el puente a los turistas al día siguiente, los vecinos de la zona pudieron descubrir antes que nadie la estructura, denominada «516 Arouca», en alusión a su longitud récord.
«Vivo aquí y cuando oí hablar la primera vez del proyecto de este puente, en verdad ni me lo creía. Pero, hoy, estoy muy orgulloso de estar aquí», comentó un habitante, Marcio Soares, que describió una «experiencia única».
«Les aconsejo fervientemente que vengan, aunque, como yo, tengan vértigo, debó reconocer que no padecí en absoluto», declaró otro residente, Rui Brandao.
Valor para cruzar el puente
Para cruzarlo son necesarios doce euros y, también, algo de valor.
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El propio suelo del puente es una rejilla abierta, lo que permite a los visitantes ver el río que hay bajo sus pies. Solo treinta personas pueden cruzarlo, por motivos de seguridad, de forma simultánea.