Las autoridades de Italia capturaron a cinco «influencers» que mataron a un niño de cinco años cuando conducían a gran velocidad por las calles de Roma a bordo de un Lamborghini.
Según las autoridades, los influencers al momento del accidente se filmaban haciendo un reto para sus redes sociales.
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El accidente ocurrió el miércoles cuando el automóvil, un Lamborghini de alquiler en el que viajaban cinco jóvenes de entre 20 y 23 años, golpeó a una madre y sus dos hijos que iban en otro coche.
De la misma manera, las autoridades informaron que el niño, de cinco años, murió antes de llegar al hospital. La madre, de 35 años, y su hija de tres años resultaron heridas, pero sus vidas no corren peligro.
Reto viral termina en tragedia en una calle de Italia
La fiscalía de Roma ha abierto una investigación por homicidio de tráfico y secuestró los teléfonos de los niños para descubrir la dinámica a través de la filmación. La prueba de alcoholemia realizada al conductor de veinte años resultó negativa.
Hay algunos videos publicados por los propios youtubers antes de la tragedia que certifican el desafío. También hay muchos testimonios de ciudadanos que han visto el auto de lujo varias veces por las calles del barrio
Algunos de los jóvenes conductores forman parte de un grupo de «influencers» que difunden vídeos de sus actividades deportivas o recreativas en las redes sociales, con más de 600.000 suscriptores en YouTube, 260.000 en TikTok y 88.000 en Instagram.
Lamborghini investe bimbo a Roma: il guidatore positivo alla cannabis pic.twitter.com/bK2l7ysa5U
— Eder McPallister (@edermcpallister) June 15, 2023
El accidente se produjo cuando estaban intentando un desafío que consistía en conducir a gran velocidad en la capital de Italia y pasar 50 horas seguidas a bordo de un coche.
Ciertamente, no es la primera vez que se producen desgracias a consecuencia del deseo de llévate al límite con peligrosos desafíos para compartir en las redes sociales en busca de visibilidad y fama.
Por lo tanto, el consejo para los niños, en su mayoría adolescentes, es no emular los desafíos publicados sin razón; aunque aparentemente no muy arriesgados.