En la clínica dental Ori-Dent, ubicada en Liv, Ucrania, Europa, se presentó un trágico incidente relacionado con un niño de tan solo 5 años.
Los padres llevaron al pequeño, llamado Veles, para que le extrajeran dos dientes de leche, un procedimiento dental común que desafortunadamente culminó en una inesperada tragedia.
La intervención dental transcurría aparentemente de manera convencional hasta que el dentista administró la anestesia al niño. Después de ser anestesiado, Veles experimentó efectos secundarios alarmantes que desencadenaron en una situación crítica: el pequeño entró en un estado de muerte cerebral.
En situaciones dentales rutinarias, la anestesia suele ser administrada por profesionales debidamente certificados.
Trágico incidente en Europa
En muchos casos, especialmente cuando se trata de procedimientos relacionados con dientes de leche; se opta por la aplicación local de anestesia para generar entumecimiento en la zona afectada después del procedimiento.
El 13 de enero de 2024; los padres de Veles se dirigieron a la clínica dental con la expectativa de un procedimiento rápido y seguro para extraer los dientes de leche de su hijo.
Sin embargo, la tragedia golpeó inesperadamente, y minutos después de la administración de la anestesia; Veles comenzó a mostrar reacciones adversas desconocidas.
Los esfuerzos para revivir al niño fueron en vano, y ante la gravedad de la situación, lo trasladaron de inmediato a un hospital cercano. Allí, los médicos diagnosticaron que el pequeño había sufrido muerte cerebral.
A pesar de que el cirujano dental asegura que la dosis de anestesia aplicada fue la correcta, la Oficina del Fiscal General de Ucrania ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas de la tragedia y establecer eventuales responsabilidades.
Este incidente destaca la importancia de una atención dental cuidadosa y resalta la necesidad de procedimientos seguros; especialmente cuando se trata de pacientes jóvenes.