Un indignante caso ha dejado con la boca abierta a más de uno en España, luego que se conocieran los espeluznantes detalles de la muerte de una mujer dentro de un Call Center.
De acuerdo a los detalles que se dieron, la mujer murió mientras trabajaba en un call center y sus compañeros denunciaron que tuvieron que seguir trabajando con el cadáver en la oficina durante más de horas.
El trágico hecho ocurrió en una de las oficinas que tiene, en Madrid, la empresa de call center, Konecta. Allí los operadores se encargan de atender reclamos por problemas del servicio eléctrico.
Inma, como se llamaba la víctima, tenía 57 años y hacía 15 que trabaja en la multinacional.
Según el relato de sus compañeros, la mujer levantó la mano desde su cubículo, lo que muchos pensaron que era porque necesitaba asistencia técnica ante un reclamo de un cliente, en realidad, era porque la mujer estaba teniendo un infarto.
Indignación en España por falta de empatía en un call center
Ante esto, la ambulancia concurrió hasta el lugar, pero los médicos no pudieron salvarla. Inma fue declarada muerta media hora después de recibir los primeros auxilios.
El cuerpo de Inma permaneció en el suelo custodiado por policías, esperando al juez. Algunos de los trabajadores de los puestos cercanos se levantaron; mientras que otros no sabía qué hacer y siguieron trabajando.
Fue en ese momento, que según tres representantes del sindicato, señalaron que un compañero preguntó si podía irse a su casa; pero habría recibido la orden de continuar con su trabajo al argumentarle que lo que hacen es “un servicio esencial”.
Por lo tanto, el hecho causó indignación en las redes sociales por la supuesta postura que tomó la empresa de indicarles a sus trabajadores que siguieran con sus tareas a pesar del fallecimiento de su compañera. Sin embargo, cuatro trabajadores desmintieron esa información al diario El País.
Según pudo reconstruir el medio de España, la historia de lo que sucedió tiene varias versiones: la orden de seguir atendiendo las llamadas solo la recibieron algunos trabajadores de modo individual. Otros ante el hecho se levantaron de sus puestos y se fueron a sus casas porque no se sentían bien, otros siguieron trabajando, acostumbrados a un ritmo de trabajo automatizado.
Por su parte, desde la empresa en España niega que alguien haya sido obligado a trabajar junto al cadáver. Y además, aseguran que están asistiendo a los familiares de la mujer fallecida.