Múltiples manifestaciones se realizan en las principales ciudades italianas entre ellas: Roma, Milán, Nápoles; además de Turín, Florencia; contra el encarecimiento de la energía, ante el riesgo de un aumento del 60 por ciento de las facturas de luz y gas.
El sindicato USB, convocó a estas manifestaciones, que también protesta contra las empresas que, en un momento de crisis energética, especulan para obtener mayores beneficios.
De manera que, los escenarios de las protestas, siempre frente a sedes de empresas, como la del banco público Caja de Depósitos y Préstamos del Estado en la capital italiana, «que se está enriqueciendo como nunca en esta crisis», según USB.
Igualmente, el sindicato tiene previsto presentar una denuncia ante la Fiscalía de Roma «contra todas las conductas de las empresas que comercian con el gas, la electricidad y los productos petrolíferos en perjuicio de la colectividad; especulando con las diferencias entre lo que han pagado por las materias primas y el precio al que nos las revenden; explicó en un comunicado.
Altos precios de la energía en Roma
USB critica al Gobierno del primer ministro en funciones, Mario Draghi, pero también al futuro Ejecutivo de la ultraderechista Giorgia Meloni, al asegurar que seguirá línea del anterior Ejecutivo «una vez desechadas las supuestas diferencias de las que se hacía alarde para captar votos» en las pasadas elecciones.
La gente sale a la calle en Nápoles a quemar sus facturas de la luz y asedian el ayuntamiento al grito de: "¡No pagaremos las facturas!”. pic.twitter.com/kZ8z7s5kH8
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) September 2, 2022
«Para contrarrestar el hiperbólico aumento del 60% de la factura energética anunciado en octubre, (Meloni) confía en la Unión Europea ninguna intervención contra la especulación que ha producido la subida del precio del gas». Esto en coincidencia con «la afirmación en el mercado del gas estadounidense, que se beneficia como nadie del ‘misterioso’ ataque al gasoducto que traía la preciada materia prima rusa a Europa»; añade.
Mientras tanto, «se acerca peligrosamente el momento de la quiebra económica para las familias y las empresas italianas. Y no se vislumbra un cambio de rumbo en la fe ilimitada en las virtudes taumatúrgicas del mercado y las finanzas».
