Dominic Raab renunció a sus cargos de secretario de Justicia y de viceprimer ministro de Reino Unido, tras ser acusado de acoso laboral; según lo que reveló una investigación independiente que comenzó en noviembre del 2022.
El informe del abogado encargado de las pesquisas, Adam Tolley KC, analizó ocho denuncias formales acerca del comportamiento inapropiado de Raab cuando ejercía como secretario de Asuntos Exteriores, del Brexit y durante su primer período como secretario de Justicia.
De la misma manera, los empleados testificaron intimidación y malas formas por parte del acusado; lo que aumentó la presión sobre Raab y el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, quien aceptó la renuncia.
Renuncia a su cargo el ministro de Justicia del Reino Unido
Precisamente, el premier británico ha respondido a la dimisión en una carta en la que precisa «pero está claro que ha habido deficiencias en el proceso histórico que han afectado negativamente a todos los involucrados. Deberíamos aprender de ello cómo manejar mejor estos asuntos en el futuro».
También por medio de una misiva enviada a Sunak y publicada en la red social Twitter, Raab había defendido su modo de actuar, alegando que un ministro debe ejercer una «supervisión directa» cuando hay situaciones relevantes como «en las negociaciones del Brexit sobre Gibraltar».
My resignation statement.👇 pic.twitter.com/DLjBfChlFq
— Dominic Raab (@DominicRaab) April 21, 2023
Cabe destacar que, el viceprimer ministro de Reino Unido saliente aseveró «si bien me siento obligado a aceptar el resultado; este desestimó todas las denuncias formuladas en mi contra excepto dos. También creo que sus dos conclusiones adversas son defectuosas y sientan un precedente peligroso para la conducta del buen gobierno».
Asimismo, ha explicado que un funcionario puede ser crítico con sus subalternos «dentro de unos límites razonables». Y además, lamentó el «estrés o la ofensas no intencionadas» que hubiese podido provocar.
El secretario de Justicia saliente opinó, además, que la investigación ha establecido un «umbral para el acoso muy bajo»; y que ello «alentará quejas espurias contra los ministros y tendrá un efecto paralizador en quienes impulsan el cambio en nombre de su Gobierno y, en última instancia, en el pueblo británico».