Miembros de las tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia informaron especialistas militares han descubierto y analizan 240 patógenos de enfermedades peligrosas en laboratorios biológicos de Ucrania.
El teniente general de Rusia, Ígor Kirílov, precisó trabajan en cuatro laboratorios. Y aseguró que la mayoría de esas sustancias están relacionadas con la enfermedad del ántrax y el cólera.
Añadió que Rusia dispone de vacunas y medicamentos contra este tipo de enfermedades; y que tras el hallazgo se estableció un trabajo conjunto entre los ministerios de Defensa y Salud y el regulador sanitario Rospotrebnadzor.
Rusia halla laboratorios biológicos en Ucrania
Cabe destacar que, a partir de documentos incautados durante su operación militar especial en el Donbás, Rusia reveló en 2022, la existencia de un programa secreto de instalaciones e investigaciones biológicas de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en áreas al este de Ucrania; y muy próximas a sus fronteras.
De igual manera, los expertos de Rusia hallaron información sobre instalaciones ubicadas en las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk; así como en la región de Jersón.
Según esa documentación, EE.UU. y la OTAN crean componentes de armas biológicas cerca de las fronteras de Rusia, en una red de al menos 30 laboratorios.
Experimentaban con personas
Así mismo, estos son operados a través del programa militar de la Agencia de Reducción de Defensa de EE.UU. (DTRA, por sus siglas en inglés); y patrocinados por el Pentágono con financiamiento de 2.100 millones de dólares.
Por lo tanto, en este programa se involucraron tres empresas privadas que operan en Ucrania: Southern Research Institute, Black & Veatch y Metabiota Inc.; esta última vinculada con Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense.
Igualmente, el jefe del Comité de Seguridad de la Duma, Vasili Piskariov, aseveró que “el Pentágono ha revivido las prácticas de la Alemania nazi y el Japón militarista: los laboratorios militares estadounidenses experimentaban con personas. Y, paralelamente, gastaban enormes fondos en sobornar al Gobierno ucraniano para ocultar sus experimentos inhumanos”.