23 años después las autoridades de Reino Unido encontraron enterrada en el jardín de lo que era su casa, a una joven de 23 años embarazada y asesinada a manos de su esposo.
Debbie Griggs, tenía 34 años cuando desapareció en el pueblo de Deal, en el condado de Kent, en el Reino Unido cuando su esposo llamó al cuerpo policial para denunciar su desaparición.
Su esposo, Andrew Griggs, era el principal sospechoso y ya había sido condenado a cadena perpetua en el 2019 sin revelar el destino del cadáver.
“Ella está sufriendo de depresión, depresión posparto. Tenemos tres niños pequeños y ella está demasiado alterada. Está embarazada y tuvo depresión por un tiempo”; explicó Andrew.
Tras dos décadas de la desaparición en Reino Unido
Durante la construcción de su coartada, él les dijo a las autoridades que Debbie había tomado 250 libras y su carro; pero que no se acordaba del número de placa; la policía solo halló un mínimo rastro de sangre en el auto de la mujer.
Cuando los agentes le pidieron una foto de su esposa, el feminicida afirmó que no tenía una foto reciente. También se dieron cuenta de que el hombre estaba tranquilo, pese a que su esposa estuvo desaparecida durante más de un día.
Igualmente, un tribunal en un comunicado “Cuando le preguntamos por qué era tan tarde que nos lo informó, dijo que su esposa había desaparecido en ocasiones anteriores y regresó ilesa”.
Dos años después, Andrew se casó con otra mujer y se llevó a los tres hijos que había tenido con la mujer desaparecida.
Ahora, a más de dos décadas de la desaparición se conoció el trágico final de Debbie.
Según detallan, la mujer fue asesinada por su esposo y enterrada en el patio de la nueva casa, en la que los hijos del criminal jugaban al fútbol y la familia se reunía los veranos para disfrutar del tibio sol del Reino Unido y tomar cerveza.