Al menos 5.791 palestinos han muerto en ataques israelíes contra Gaza desde el 7 de octubre, incluidos 2.360 niños; dijo el Ministerio de Salud de Gaza en un comunicado el martes, en un contexto en el cual los hospitales en la Franja de Gaza se quedarán sin combustible en las próximas 48 horas.
El Ministerio de Salud del enclave, comunicó que 12 hospitales y 32 centros médicos se encuentran fuera de servicio; cuya cifra debe aumentar en el transcurso de la presente jornada en medio del asedio israelí que comenzó el pasado 7 de octubre.
- Te puede interesar: El terror y asedio Israelí dejan más 5 mil muertos en Gaza
“Las violaciones israelíes contra el sistema de salud han provocado el martirio de 57 personas médicos y la destrucción de 25 ambulancias, dejándolas fuera de servicio”; dio a conocer el ente.
El organismo sanitario apuntó que los hospitales han perdido sus capacidades de tratamiento, albergue y personal médico, entretanto; resaltó que los escasos equipos médicos en activo tratan a los heridos con recursos muy limitados.
Ataques israelíes en Gaza
De igual forma, trascendió que se reporta un aumento de casos de enfermedades infecciosas, dermatológicas y transmitidas por el agua entre los miles de personas desplazadas en hospitales y otros lugares de acogida.
A su vez, organismos humanitarios internacionales advirtieron que al menos 130 bebés prematuros presentan un grave riesgo en seis unidades neonatales.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que al menos 50.000 mujeres embarazadas en Gaza no cuentan con los servicios de salud más elementales; de las cuales 5.500 deben dar a luz el próximo mes.
Por otra parte, según la ONU, el número acumulado de desplazados internos desde el inicio de las hostilidades en Gaza se estima en más de 1,4 millones. Esta cifra incluye casi 590.000 personas alojadas en 150 campamentos de la Agencia de Refugiados de la ONU (UNRWA); 101.500 refugiadas en hospitales, iglesias y otros edificios públicos, y casi 71.000 en 67 escuelas que no pertenecen a la UNRWA.
Además, el Ministerio de Desarrollo Social estima que unos 700.000 desplazados internos residen con familias de acogida.
El hacinamiento en las zonas central y meridional ha sido una gran preocupación. El número de desplazados internos, ha llegado a 4.400 en muchos refugios; mientras que fueron diseñados para albergar entre 1.500 y 2.000 desplazados internos por refugio.
El hacinamiento y la escasez de suministros básicos, han desencadenado tensiones entre los desplazados internos; además de denuncias de violencia de género. Los recursos esenciales como agua, alimentos y medicinas son críticamente escasos.
A pesar de la disponibilidad limitada de combustible, los equipos de desalinización en los refugios hasta ahora han seguido funcionando y suministrando agua potable; complementada con camiones cisterna.