Puede parecer un ‘déjà vu’, un enfermo mental detenido tras confesar haber matado a su progenitor con un arma blanca en Aldaia, Valencia. Se trata del segundo parricidio en similares circunstancias en esta misma localidad de l’Horta en menos de quince días.
El presunto parricida, de 49 años, ha sido arrestado esta madrugada por la Policía Local de Valencia tras acabar a cuchilladas con la vida de su padre de 76 años. El detenido padece, según las fuentes consultadas por este periódico, de esquizofrenia paranoide.
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De hecho, nada más ser detenido fue atendido por el equipo médico de una ambulancia del SAMU y trasladado a un hospital de Valencia, en cuya unidad de Psiquiatría ha quedado ingresado, según han confirmado fuentes policiales.
«He matado a mi padre, he matado a mi padre»
Los hechos se han producido poco antes de las dos de la madrugada cuando el ahora detenido se presentó en el retén de la Policía Local de Aldaia, Valencia con las manos ensangrentadas y envueltas en una sábana y confesó el parricidio.
«He matado a mi padre, he matado a mi padre», repitió. Los agentes alertaron a la Policía Nacional de Valencia y patrullas de ambos cuerpos se trasladaron de inmediato al domicilio y comprobaron la veracidad de la confesión.
La víctima estaba en su cama, con varias heridas letales, y la Policía Nacional de Valencia intervino el arma homicida, un cuchillo de cocina; que estaba tirado junto al lecho. En la vivienda residían el presunto parricida y sus padres. La madre también tuvo que ser atendida de una crisis nerviosa por los sanitarios.
Segundo parricidio en dos semanas en Aldaia, Valencia
El parricida confeso, ha sido arrestado y trasladado a dependencias policiales. La Policía Nacional de Valencia investiga las circunstancias de este parricidio; el segundo en apenas quince días en esta misma localidad, Aldaia, Valencia.
El otro ocurrió el pasado 22 de octubre, en ese caso la víctima fue la madre. Justino, de 57 años de edad y también con una enfermedad mental, también confesó que había matado a su madre. De hecho fue él mismo quien telefoneó a la policía.
