Las cuadrillas de emergencias lograron rescatar sano y sano un niño de tres años luego de pasar 22 horas bajo los escombros de un edificio en Malatya, tras de los terremotos de magnitud 7. 8 y 7. 5 que azotaron este lunes a Turquía y Siria.
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En un video compartido en las redes sociales se puede ver el momento en que un rescatista saca al pequeño, llamado Miran, de los restos de una construcción de cinco pisos y lo besa, alegrándose de que esté vivo.
Los socorristas también hallaron en el mismo edificio en ruinas a un hombre de 26 años. Según medios locales, ambos fueron llevados a un hospital cercano y los esfuerzos por encontrar más sobrevivientes continúan.
Permaneció 22 horas bajo los escombros de un edificio en Turquía
En tanto, según los últimos reportes de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía, el número de muertos en el país aumentó a 3.381, mientras que los heridos ya son 20.426.
Las autoridades en Turquía y Siria trabajaban bajo un intenso frío a primera hora del martes con la esperanza de rescatar a más sobrevivientes de entre los escombros después de que un terremoto de magnitud 7.8 cobró más de 4.000 vidas y derribó miles de edificios a lo largo de una extensa región.
Depremden 23 saat sonra Malatya'da 3 yaşındaki Miran, enkaz altından kurtarıldı. pic.twitter.com/Nk0KPJ1yj2
— Haber (@Haber) February 7, 2023
Así mismo temían que la cifra de fallecimientos por el sismo del lunes y sus réplicas continúe en ascenso; mientras que los socorristas buscaban sobrevivientes entre los metales retorcidos y los trozos de concreto en una región asolada por 12 años de la guerra civil en Siria y una subsecuente crisis de refugiados.
Los sobrevivientes lanzaban gritos desesperados de ayuda entre las montañas de escombros; y los rescatistas se las arreglaban para seguir trabajando bajo la lluvia y la nieve.
Por lo tanto, la actividad sísmica siguió remeciendo a la región, incluyendo un nuevo terremoto casi tan fuerte como el inicial. Los socorristas retiraban cuidadosamente grandes pedazos de concreto para poder sacar cuerpos mientras las familias desesperadas esperaban impacientes noticias sobre sus seres queridos.