La erupción del volcán de La Palma que se inició el domingo 19 de septiembre sobre las horas de la tarde lleva más de tres semanas expulsando lava. Las tres coladas de lava activas sigue con su avance imparable.
Las autoridades realizan nuevas evacuaciones en diversas zonas de Los Llanos de Aridane.
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La lava fluye por las tres coladas del volcán de Cumbre Vieja, en la isla española de La Palma.
Sin embargo ninguno de los datos que manejan los científicos haga presagiar el final de la erupción ni a corto ni a medio plazo.
En las últimas horas se han contabilizado cerca de 20 seísmos. El más intenso en el municipio de Mazo, con una magnitud de 4,4, el de mayor envergadura de los registrados desde el inicio del enjambre sísmico que precedió a la erupción del volcán.
Erupción volcánica con afectaciones ambientales
Las coladas, a primera hora, afectaba a 656 hectáreas y a unas 1.458 construcciones, según los cálculos de Copernicus.
«El volcán lanza un penacho de gases a 3.000 metros de altura con cantidades elevadas de dióxido de azufre, y esa medida tendría que bajar hasta 100 para pensar en un posible fin de la erupción»; confirmó María José Blanco, la portavoz del comité científico del Plan de emergencia volcánica de Canarias (Pevolca) .
Con respecto a la calidad del aire, en las últimas horas los parámetros están dentro de los umbrales normales. Excepto un “pequeño pico” puntual de dióxido de azufre que enseguida remitió.
Hasta el momento, el Gobierno de España ha dedicado 214 millones de euros a esta emergencia. Además de otros 10 para vivienda y enseres, pero la cuantía definitiva no se conocerá hasta que se proceda a “la reconstrucción total” y al “relanzamiento” de la isla.
Elaborada por ABC