Más de 2.000 personas podrían haber quedado enterradas vivas tras un enorme deslizamiento de tierra en el centro de Papúa Nueva Guinea, informaron las autoridades del país este lunes.
La catástrofe, que ocurrió en la madrugada del viernes, devastó seis aldeas del distrito de Maip-Mulitaka mientras la mayoría de sus habitantes dormían. Más de 150 casas quedaron sepultadas bajo una acumulación de tierra de casi dos pisos de altura, según informó Reuters.
Evit Kambu, un residente local, declaró: «Tengo a 18 miembros de mi familia enterrados bajo los escombros y el suelo sobre el que estoy. Pero no puedo recuperar los cuerpos, así que estoy aquí, impotente».
Los rescatistas afirmaron haber escuchado gritos provenientes de debajo de la tierra. Los aldeanos están ayudando en las labores de rescate con palas, palos y sus propias manos, intentando llegar hasta las víctimas. Hasta el momento, solo se han recuperado seis cadáveres.
Más de 2.000 sepultados vivos por un alud de tierra en Papúa
China también prometió enviar asistencia dentro de sus capacidades tanto en las operaciones de búsqueda y rescate como en las tareas de reconstrucción.
Serhan Aktoprak, jefe de la misión de la agencia de migración de la ONU en Papúa Nueva Guinea, advirtió que la lluvia, la inestabilidad del suelo y las corrientes de agua podrían convertir las labores de retirada de tierra y escombros en una tarea «extremadamente peligrosa».
Actualmente, más de 1.250 personas ya han sido evacuadas de la zona del desastre. Aktoprak añadió que los rescatistas han perdido las esperanzas de encontrar sobrevivientes bajo la tierra y los escombros, que alcanzan entre 6 y 8 metros de profundidad.
«La gente está asumiendo que las posibilidades de encontrar a alguien con vida son muy escasas», comentó. «En este punto, creo que la comunidad se está dando cuenta de la realidad y hay un alto nivel de duelo y luto», concluyó.
