¡No se salió con la suya! Un profesor británico fue condenado a un total de 14 años de cárcel por dos delitos de abuso sexual a una alumna y su prima en Almería, España, y también enfrenta una nueva pena de cuatro años de prisión; acusado de un delito contra la intimidad sexual después de que filmara un vídeo cuando abusaba sexualmente de la primera de sus víctimas.
Tanto la Fiscalía Provincial de Almería, como la acusación particular que ejerce el letrado Leo Marfil, solicitan además de la nueva pena privativa de libertad, una multa de 20 meses con cuota diaria de 12 euros con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago; según los escritos provisionales consultados por Europa Press.
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El acusado C.T. fue condenado en firme tras la ratificación del fallo por parte del Tribunal Supremo a once años y medio de prisión, por haber mantenido relaciones sexuales entre mayo y noviembre de 2016 con una de sus alumnas cuando esta tenía de 15 a 16 años.
Cabe mencionar que este tercer procedimiento penal que enfrenta C.T. guarda relación con otro más, en este caso dirigido contra su madre P.H., quien se encuentra pendiente de juicio acusada, en su caso de un delito de obstrucción a la justicia al haber intentado presuntamente influir sobre la menor para que exculpara a su hijo durante la instrucción de la causa principal.
Profesor británico enfrenta nueva pena en España
Según la investigación previa, P.H. habría intercedido para que la menor modificara su declaración mediante llamadas telefónicas y mensajes de texto; al tiempo que habría dado instrucciones a la chica para ocultar el contacto que mantenían ante los progenitores de la víctima.
Con base a la acusación del Ministerio Público, que reclama un año y tres meses de prisión para la acusada, así como una multa de nueve meses con una cuota diaria de 12 euros.
La mujer habría iniciado un intercambio de correos electrónicos con la menor que estaba en una situación «especialmente influenciable», para «manipularla» y hacerle «sentir culpable» de que C.T. estuviera en prisión provisional en esos momentos; hasta conseguir que la chica escribiera una carta en la que «se retractaba de lo que había declarado».